Especialistas latinoamericanos advirtieron que la rivalidad entre EEUU y China será “fuente de inestabilidad” a nivel global

Durante un seminario virtual organizado por el Kimberly Green Latin American and Caribbean Center, expertos en el tema aclararon que el nuevo orden mundial es de una “bipolaridad muy distinta a la de la Guerra Fría”

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Cada vez es más acentuado
Cada vez es más acentuado el enfrentamiento geopolítico entre Estados Unidos y China (Foto: REUTERS/Tingshu Wang)

En los últimos tiempos la tensa relación entre Estados Unidos y China sumó un nuevo capítulo con el amenazante avance del régimen de Xi Jinping sobre la isla de Taiwán. A partir de ese contexto, que se suma a la guerra comercial que sostienen ambos países dese hace años, este miércoles el Kimberly Green Latin American and Caribbean Center (KG-LACC, por sus siglas en inglés) realizó una conferencia virtual para analizar el avance de Beijing en el escenario internacional.

El seminario de casi una hora y media contó con la participación como panelistas de Roberto Russell (presidente, Fundación Vidanta; director, Comité EEUU del CARI; y Profesor, UTDT, Buenos Aires, Argentina); Cristina Eguizábal (profesora, Universidad de Costa Rica y ex embajadora de Costa Rica en Italia); Hussein Kalout (Profesor, Relaciones Internacionales, Universidad de Harvard); y Francisco Rojas Aravena (Rector, Universidad para la Paz de las Naciones Unidas, Costa Rica).

El moderador fueron Luis G. Solís, director interino y profesor visitante, Kimberly Green Latin American and Caribbean Center (LACC), Universidad Internacional de Florida (FIU) y ex presidente de Costa Rica. Fabián Calle, ex investigador senior en el CARI, también participó de la conferencia.

El evento impulsado por el KG-LACC, fue co-auspiciado por el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y el Jack D. Gordon Institute for Public Policy de FIU.

Pese a que muchos hablan de una nueva Guerra Fría entre Estados Unidos y China, los especialistas coincidieron en que el actual enfrentamiento entre ambas potencias dista mucho al que sostuvieron décadas atrás Washington y la Unión Soviética. En esa línea, destacaron que a pesar de la gran rivalidad que mantienen, la “interrelación económica” entre ambos es muy alta.

“Entre China y Estados Unidos hay, a diferencia de la relación que existía entre las potencias de la Guerra Fría, una profunda interrelación en lo económico. Tienen un comercio bilateral sumamente importante. Las multinacionales de origen estadounidense son grandes inversores en China, como Apple, Microsoft, fábricas de automóviles, etc. Además, China y Japón son los mayores tenedores extranjeros de bonos del Departamento del Tesoro; hablamos de miles de billones de dólares. Ahí hay una interrelación muy grande, que establece un tipo de relación de no polarización”, comentó Eguizábal.

“Este proceso de redistribución global de poder entre Estados Unidos y China tiende a configurar un orden bipolar, conformado por dos estados más poderosos sobre el resto. Hay dos estados que son significativamente más poderosos que los demás”, sostuvo Russell, quien identificó tres principales rasgos para explicar este nuevo orden global: “Bipolaridad, no polarización y orden heterogéneo”.

“Esta bipolaridad va a ser no polarizada porque la mayoría de los estados van a optar por no plegarse a alguno de los dos polos”, indicó el especialista argentino. Y agregó: “Este orden va a ser heterogéneo. Los polos están organizados a otros principios y valores que son en gran medida contradictorios. No tiene el carácter de una Guerra Fría, pero implica una fuerte oposición entre Estados Unidos y China, lo que conduce a un riesgo de obstaculizar acuerdos necesarios, cometer errores de cálculo y malinterpretar al otro”.

Joe Biden y Xi Jinping
Joe Biden y Xi Jinping mantendrán una reunión virtual antes de fin de año (Foto: REUTERS/Lintao Zhang)

Kalout, en tanto, planteó la idea de una “polarización en transición”: “Cuando Estados Unidos percibe la intensidad de la fuerza de China, especialmente en América Latina, esta polarización puede sufrir mutaciones, y puede forzar a los países a tener que tomar partido en un momento u otro en el futuro. Esto pasa ahora con algunos países”.

Para Russell, la competencia entre Washington y Beijing “es inevitable, pero la confrontación en cambio sí se puede evitar”: “Los dos polos están condenados por factores sistémicos a rivalizar”. Esta realidad, apuntó, se va a instalar por muchas décadas y planteó que el principal interrogante a futuro será determinar “cuánto van a cooperar”.

Recordó, además, que históricamente los países de América del Sur han tenido una relevancia baja en la política exterior norteamericana. Sin embargo, esto empezó a cambiar en los últimos años con la mayor influencia china en la región: “Esta relevancia está cambiando por lo que China hace en nuestros países, y por lo que hacen nuestros gobiernos con China”.

Al respecto, el docente habló del “fenómeno de la periferia penetrada”: “Es un fenómeno que se adosa en términos de convocar la atención del centro. Turbulencias en América Latina que determinan la acción de Estados Unidos, y ahora agregamos el fenómeno de la periferia penetrada ante la acción de un actor de la envergadura de China”. También se refirió a la “dinámica de la periferia turbulenta”, donde entran temas de gran interés para Washington como el narcotráfico, la migración y el terrorismo.

“La competencia global entre China y Estados Unidos está muy presente en las relaciones de los países de la región con esos actores, lo que hace que adquiera una relación triangular. La dinámica de la periferia penetrada atraviesa a toda la región; la otra dinámica tiene menor relevancia para Estados Unidos, pero no deja de ser importante”, analizó Russell.

En su exposición se refirió al vacío de poder en los últimos años tanto de Estados Unidos como de la propia región, al argumentar que décadas atrás ese rol dominante lo supieron llevar países como Argentina y Brasil, “pero ya no”. Por ese motivo, el enfrentamiento entre Washington y Beijing “va a ser fuente de inestabilidad” porque, según opinó, “va a agrietar diferencias internas, y habrá más pedidos de adyacencias entre ambos polos”.

En esa línea, Hussein Kalout subrayó que hoy en día la relación de Brasil con China es tres veces mayor que la relación con Estados Unidos: “Esto refleja cómo China tiene una política exterior estructurada, organizada hacia América Latina; buscó aprovechar la falta de poder de Estados Unidos. Fueron los 20 años más importantes para las proyecciones de crecimiento de China”.

Si bien Russell reconoció que en el futuro habrá otros actores centrales, como Rusia y la Unión Europea, ninguno tendrá la envergadura y capacidad de influencia de Estados Unidos y China.

Eguizábal manifestó que el régimen chino está adoptando cada vez más una “actitud más agresiva” sobre todo en la zona indo pacífica, “donde se está desarrollando la rivalidad más inmediata”. “China aspira consolidar su espacio geopolítico que considera nacional: empezó con Xinjiang, Tíbet, que fueron las primeras regiones con requerimiento de autonomía, que anexaron por la fuerza, sin respeto a los derechos humanos, a las tradiciones culturales. Mas recientemente lo vimos también con Hong Kong, y en este momento se ve una tensión muy álgida con Taiwán”.

En su opinión, la influencia del gigante asiático en África y América Latina todavía “es mucho menor”.

Pese a la gran rivalidad
Pese a la gran rivalidad que mantienen desde hace años, EEUU y China tienen una interrelación económica muy grande (Foto: REUTERS/Thomas White)

Eguizábal también puntualizó en las debilidades de las dos grandes potencias mundiales. Con respecto a Estados Unidos, aseguró que el país “está pasando por una crisis política muy grande”, mientras que del lado de China “se desconocen los límites del autoritarismo político de la hegemonización del Partido Comunista”: “No sabemos muy bien si el autoritarismo del PCC, como el capitalismo de estado, van a llegar a su límite”.

“Es una rivalidad que nunca hemos visto en la historia. Ni el imperio romano tenía tantos recursos de poder como el que tiene Estados Unidos (inteligencia, defensa, económica, influencia política, y tecnología); y tampoco una fuerza poderosa como la de Estados Unidos ha enfrentado a un rival con las mismas capacidades. Hace 20 años China no ocupaba un lugar de gran preponderancia en el sistema mundial”, añadió Kalout, quien por su parte consideró que en uno de los pocos temas en el que puede haber cooperación entre ambos países es en medio ambiente. Y auguró: “La economía del futuro va a ser el vértice de la competitividad entre los dos países”.

Rojas Aravena aseveró que en la actualidad “no hay ninguna potencia capaz de establecer un orden global”, lo que hace que problemas globales, como el cambio climático, que pone en peligro a toda la humanidad, “debe ser enfrentado de manera conjunta”.

“El tema de la competencia es ineludible. Los lazos que estrecha entre Estados Unidos y China son de tal magnitud que no hay posibilidad de romper esos lazos de vinculación. Ahora bien, en esa perspectiva estoy de acuerdo que, mirando hacia América Latina, el eje de China se vuelve fundamental en la geopolítica norteamericana hacia la región”.

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