La economía mundial enfrenta desde hace meses cuellos de botella en las cadenas de suministro que alimentan la inflación y amenazan el crecimiento, un tema central de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, y del G20 y G7 este miércoles en Washington, Estados Unidos.
Dirigentes de los países industrializados se comprometieron a abordar los problemas de logística provocados por la pandemia, que están haciendo subir los precios y desacelerando el crecimiento mundial.
Los problemas de suministro, provocados por el aumento de la demanda de transporte logístico en medio de la recuperación de la pandemia, combinada con la escasez de mano de obra, llevaron al Fondo Monetario Internacional a revisar a la baja las previsiones de crecimiento de varios países, entre ellos Estados Unidos, China, Alemania y Reino Unido.
Estas disrupciones, que algunas autoridades temen que sean duraderas, llevaron al Fondo Monetario Internacional a revisar a la baja las previsiones de crecimiento de varios países, entre ellos Estados Unidos, China, Alemania y Reino Unido.
Los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 dijeron que van a “utilizar todas las herramientas disponibles durante el tiempo que sea necesario” para contrarrestar el impacto de la pandemia y evitar “cualquier retirada prematura de las medidas de apoyo”.
Pero advirtieron que es probable que persistan los problemas de suministro, junto con el aumento de precios.
El Banco Mundial estima que el 8,5% del transporte de contenedores a nivel mundial está estancado en los puertos o sus alrededores, el doble que en enero.
En tanto, el director del banco central de Italia, Ignazio Visco, coincidió con el FMI y otros que han dicho que las presiones inflacionarias se deben principalmente a factores transitorios como el aumento de la demanda. Pero reconoció que “estos pueden tardar meses en desaparecer”.
Los banqueros centrales del G20 están estudiando el tema para ver si hay “más factores estructurales en juego” en el pico de inflación mayor de lo esperado y “si hay algún componente que comienza a ser transitorio pero que podría volverse permanente”, declaró Visco a periodistas.
El reto es apoyar la recuperación con condiciones financieras favorables y al mismo tiempo evitar un aumento permanente de la inflación.
El comunicado del G20 dijo que los bancos centrales “actuarán según sea necesario” para abordar la estabilidad de precios “mientras analizan las presiones inflacionarias donde son transitorias”.
Pero el presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió que algunos picos de precios “no serán transitorios”. “Se necesitará tiempo y la cooperación de los responsables políticos de todo el mundo para resolverlo”, dijo.
Lo que se teme es que el aumento de los precios cree un círculo vicioso que obligue a las economías avanzadas a subir las tasas de interés para contener la inflación, lo que elevaría los costos de los préstamos para las naciones en desarrollo y retrasaría aún más su recuperación.
La inflación en Estados Unidos, primera economía mundial, repuntó en septiembre y llegó al 5,4% interanual, dijo el miércoles el Departamento del Trabajo.
Si bien el FMI proyecta que la inflación en las economías avanzadas retroceda a mediados del próximo año, “este desajuste entre el crecimiento de la demanda y el retraso de la oferta indudablemente crea presión sobre los precios”, dijo Georgieva.
El presidente del Banco Mundial, David Malpass, advirtió por otra parte que algunos de los picos de precios “no serán transitorios”. El 8,5% del transporte mundial de contenedores está estancado en los puertos o sus alrededores, el doble que en enero, señaló a periodistas. Y agregó que los cierres de fábricas y puertos durante la pandemia alteraron el suministro, impulsando las tarifas de envío y el costo final de los bienes.
“Se necesitará tiempo y la cooperación de los responsables políticos de todo el mundo para resolverlo”, afirmó. Malpass también lamentó la situación en las naciones en desarrollo que ya enfrentan un panorama “sombrío” y un “trágico revés del desarrollo” causado por la pandemia que ha llevado a 100 millones de personas a la pobreza extrema y está causando problemas de deuda en muchos países.
Los retos de la oferta a escala mundial son el foco de la cita de ministros de Finanzas del Grupo de las 20 economías avanzadas (G20) y del encuentro más pequeño del los del Grupo de los Siete (G7), que reúne a las principales potencias industrializadas.
Rishi Sunak, ministro de Hacienda del Reino Unido, que preside el G7 hasta fin de año, pedirá una acción global para atender este tema.
Si bien su país se ve particularmente afectado por estas disfunciones, agravadas también por el Brexit, Sunak dijo que abogará por una mejor “coordinación” para hacer que las cadenas de suministro sean “más resilientes”.
Estados Unidos, primera economía mundial, anunció una iniciativa para garantizar que los productos vayan “de los barcos a los estantes”, con operaciones las 24 horas en los principales puertos.
El presidente Joe Biden prevé anunciar este acuerdo en una reunión este miércoles con los líderes del gigantesco puerto de Los Ángeles y la Unión Internacional de Estibadores y Almacenes (ILWU).
Otras empresas, incluidas Walmart, FedEx y UPS, también se comprometieron a trabajar horarios extendidos, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.
Cuando se acerca la temporada de fiestas, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, instó el martes a la población a no entrar en pánico, diciendo que hay muchos bienes disponibles y que los aumentos de precios deberían ser “transitorios”.
Pero reconoció que las presiones sobre los precios no “desaparecerán en los próximos meses. Este es un shock sin precedentes para la economía mundial”, dijo a la cadena CBS.
(Con información de AFP)
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