Los líderes del G20 celebran este martes una cumbre virtual para discutir sobre Afganistán, con la atención puesta en la situación humanitaria y de seguridad tras la llegada de los talibanes al poder.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, cuyo país ocupa la presidencia rotativa del Grupo de las 20 potencias económicas (G20), ha presionado por ampliar la discusión internacional sobre Afganistán para incluir a otras naciones, como China y Rusia.
No quedó claro si participarían todos los líderes del grupo, que incluye a Estados Unidos, la Unión Europea, China, Turquía, Arabia Saudita y Rusia. Pero un alto cargo del gobierno italiano dijo que estarían principalmente “jefes de Estado y de gobierno”.
La videoconferencia, que está previsto que comience a las 13 (hora local, 11 GMT), se centrará en las necesidades de ayuda, la preocupación por la seguridad y las formas de garantizar el paso seguro al extranjero de los miles de afganos aliados de Occidente que aún permanecen en el país.
El encuentro será privado y Draghi dará una conferencia de prensa posterior.
Entre otros objetivos, la cumbre pretende alcanzar un acuerdo para destinar fondos al país, pero evitando al régimen taliban, para lo cual han sido invitados también a la reunión representantes de la ONU, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), además de los países vecinos.
Los talibanes, un movimiento de islamistas radicales, tomaron el poder en Afganistán en agosto tras la retirada de las tropas estadounidenses después de 20 años de guerra.
Desde entonces, la economía afgana permanece en una situación difícil con la suspensión de la ayuda internacional, el aumento del precio de los alimentos y el auge del desempleo.
“La situación del país es realmente grave (...). El sistema sanitario se está desmoronando, faltan equipos, medicamentos, personal y recursos adecuados”, aseguró Andrea Iacomini, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Italia.
“El principal problema es que los países occidentales quieren involucrarse en la forma en que los talibanes dirigen el país, cómo tratan a las mujeres, por ejemplo, mientras que China y Rusia, en cambio, tienen una política exterior de no injerencia”, dijo una fuente diplomática cercana al asunto.
China ha exigido públicamente que se levanten las sanciones económicas a Afganistán y que se descongelen miles de millones de dólares en activos internacionales afganos y se devuelvan a Kabul. No estaba claro si esto se discutiría el martes.
Aunque se espera que el presidente estadounidense Joe Biden, el primer ministro indio Narendra Modi y los dirigentes europeos del G20 participen en la cumbre, los medios de comunicación chinos informaron de que el presidente Xi Jinping no participaría. Tampoco está claro si el presidente ruso, Vladimir Putin, se uniría.
Los vecinos de Afganistán, Pakistán e Irán, no han sido invitados a la convocatoria virtual, sin embargo, Qatar, que ha desempeñado un papel clave como interlocutor entre los talibanes y Occidente, se unirá a las discusiones, dijo una fuente diplomática.
Al anunciar la cita en septiembre, Draghi dijo que abordarían lo que calificó como el riesgo de una “catástrofe humanitaria” en Afganistán. “Es un deber de los países mas ricos del mundo hacer algo para evitar la catástrofe humanitaria, sin imponer condiciones”, aseguró.
El gobernante italiano dijo que también discutirían medidas que puede tomar la comunidad internacional para “evitar que Afganistán se vuelva a convertir en un semillero del terrorismo internacional”.
El régimen talibán, que aún no ha sido reconocido como gobierno legítimo por otros países, enfrenta la amenaza del Estado Islámico-Khorasan, que ha realizado una serie de atentados mortales.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)
SEGUIR LEYENDO: