La tensión entre el Gobierno francés y el británico por el paso de inmigrantes por el Canal de La Mancha ha registrado un nuevo capítulo este fin de semana, cuando 1.115 migrantes a bordo de pequeñas embarcaciones han cruzado desde Francia con destino al Reino Unido en apenas dos días.
El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, remarcó este domingo la necesidad de un acuerdo migratorio entre la Unión Europea (UE) y el Reino Unido para resolver la disputa entre Londres y París en lo que respecta a los refugiados, deportaciones y reunificaciones familiares.
“Necesitamos negociar un tratado porque (Michel) Barnier no lo hizo cuando negoció el Brexit y que nos comprometa en materia de migración”, manifestó Darmanin.
La propuesta será planteada en el marco de la presidencia de turno francesa de la UE, que comienza el próximo 1 de enero.
Unas 13.000 personas han llegado a las costas inglesas en lo que va de año, según datos de la BBC, muy por encima de las 8.417 llegadas de 2020 recogidas por el Ministerio del Interior británico.
Darmanin visitó este sábado las localidades de Loon-Plage y Marck, en la costa francesa, desde donde los migrantes parten habitualmente para cruzar el canal de la Mancha.
Mientras, la prevalencia del Tribunal Europeo de Justicia prevista en el Protocolo de Irlanda del Norte del Brexit ha sido motivo de polémica con los llamamientos del ministro del Brexit, lord Frost, para retirar esta mención.
Frost considera que se trata de una “línea roja” que genera “un conflicto desestabilizador” con Bruselas. “Si no hay cambios en este ámbito, el protocolo jamás tendrá el apoyo que necesita para sobrevivir”, considera Frost.
Mientras, el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, cuestionó en Twitter si Londres “quiere realmente una fórmula pactada para avanzar o si prefiere una mayor ruptura de las relaciones”.
De acuerdo a datos aportados por el ministerio británico de Interior, en apenas dos días 40 embarcaciones pequeñas con 1.115 migrantes a bordo han cruzado el Canal de La Mancha con destino al Reino Unido.
La llamada Fuerza fronteriza de este país se hizo cargo el pasado sábado de 491 migrantes que viajaban en 17 barcos mientras que las autoridades francesas evitaban que otras 114 personas cruzaran el Canal.
Según los datos disponibles, el pasado viernes otras 624 personas atravesaron ese peligroso trayecto en 23 botes al tiempo que las autoridades de Francia detuvieron a otras 300.
Durante el pasado septiembre, 3.879 migrantes cruzaron el Canal para llegar a este país mientras que más de 18.000 personas realizaron ese viaje desde Francia a Inglaterra en pequeñas embarcaciones en lo que va de año, frente a los 8.460 registrados en 2020, conforme a los datos del Home Office.
El pasado mes de julio, el Reino Unido y Francia anunciaron un acuerdo de colaboración valorado en 54 millones de libras (63,5 millones de euros) destinado a doblar el número de efectivos policiales que patrullan las playas de Francia con el objetivo de evitar esos peligrosos viajes.
“Este año un número récord de personas han arriesgado sus vidas a manos de traficantes de personas sin escrúpulos para cruzar de manera peligrosa desde las playas francesas”, indicó este domingo un portavoz de Interior.
La misma fuente agregó que la cooperación conjunta entre el Reino Unido y Francia ha llevado a “casi 300 detenciones, 65 prosecuciones y ha evitado que más de 13.000 personas cruzaran”.
No obstante, consideró que “ambas partes deben hacer más” pues aún hay “cientos (de personas) que siguen arriesgando su vida y cruzando”.
Actualmente, gran parte los migrantes son de nacionalidad afgana y bangladesí, pero también hay muchos procedentes de países del África oriental y subsahariana.
Las relaciones entre París y Londres para contener los flujos migratorios irregulares han sido históricamente tensas, sobre todo desde el Brexit, y hoy en día se rigen por los acuerdos de Touquet, firmados en 2003 por el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.
En ellos, se establece un refuerzo de los controles en territorio francés, lugar de paso casi obligatorio para poder alcanzar el Reino Unido. Allí sus autoridades tienen la facultad de realizar controles complementarios.
Estos acuerdos han sido criticados por muchas ONG porque, según denuncian, dejan a los migrantes en un limbo indefinido y provocan campos de fortuna como los de Calais, denunciados internacionalmente por su insalubridad.
Con información de Europa Press y EFE
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