La cara norte del cono del volcán de Cumbre Vieja (La Palma) sufrió durante la pasada noche un derrumbe parcial, lo que ha supuesto la emisión de coladas en varias direcciones.
La ruptura puso este sábado en alerta a los equipos encargados de la evacuación de las zonas amenazadas, al generar varias coladas de lava nuevas, una de ellas muy abundante, que ya ha arrasado varias edificaciones.
En total son tres coladas de lava las que se han producido con la ruptura del cono volcánico, dos de ellas de menor peligro, ya que tienen poca fuerza, y una tercera que es la que ha asolado un número reducido de casas, y que se está monitorizando, aunque los expertos consideran que por la velocidad con la que desciende daría tiempo a evacuar las áreas necesarias.
La separación parcial del cono provocó además la expulsión de grandes bloques de material volcánico y no se puede descartar que surjan nuevos centros de emisión en torno al cráter, de acuerdo a las últimas valoraciones de los vulcanólogos.
Preocupa también el terreno ganado por la lava al mar, el llamado delta lávico (“fajana”), que corre el riesgo de derrumbarse, si continúa su avance a profundidades mayores en el océano, lo que iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones y olas.
Sin embargo esas olas no superarían los cinco metros en el entorno de la ruptura e irían disminuyendo de altura con la distancia, en opinión de los expertos.
La lava ha afectado ya a una superficie de 492,75 hectáreas, y hoy no se descarta que en una nueva medición aumente la anchura de la colada, que el viernes seguía situada en 1.250 metros.
La nube de ceniza va hacia el sur
Mientras, el último informe del Volcanic Ash Advisory Centres (VAAC) de Toulouse señala que la nube de ceniza provocada por el volcán, que mañana domingo cumplirá tres semanas activo, se ha orientado hacia el sur.
Al respecto, los controladores aéreos han explicado que el cambio de orientación que ha tenido lugar durante las últimas hora ha dejado libre la zona de Tenerife, cuyos dos aeropuertos -Tenerife Norte y Tenerife Sur- funcionan con normalidad, no así en La Palma, que sigue sin operar aunque se analizará la situación durante la mañana.
La calidad del aire se mantiene “regular”
Entre los parámetros que se monitorizan en torno a la actividad volcánica, dos centran la atención este viernes: la calidad del aire, que sigue “regular”, según el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), y la sismicidad.
En el Valle de Aridane, donde se han registrado algunas mediciones puntuales que han superado los niveles de alerta de dióxido de azufre y que luego han remitido, los vecinos pueden hacer vida normal, pero con mascarilla, y solo se recomienda salir lo mínimo posible al exterior y siempre con mascarilla FFP2 a quienes padezcan afecciones pulmonares o bronquiales, asma, problemas cardíacos, embarazadas y niños pequeños.
Esos picos de dióxido de azufre han sido puntuales en El Paso y Los Llanos de Aridane, pues solo se produjeron durante esta última madrugada y el resto del día los valores fueron normales.
Cuarenta sismos por la noche
Finalmente, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado durante la noche una cuarentena de terremotos en La Palma -entre las 23.36 y las 06.49 horas-, el más destacado uno a las 25.55 horas al suroeste de la Villa de Mazo de magnitud 4,1 y a una profundidad de 39 kilómetros.
Entre el 6 y el 8 de octubre, el IGN informó 180 terremotos en la zona afectada por la reactivación volcánica desde las 10.00 GMT del miércoles pasado, de los que 56 han sido sentidos por la población. El seísmo de mayor magnitud (4,3) tuvo lugar el jueves a 35 kilómetros de profundidad.
El ‘enjambre sísmico’ se mantiene activo al sur de la isla, en los municipios de Mazo y Fuencaliente, y unas profundidades medias que oscilan aproximadamente entre los 11 y los 15 kilómetros aunque también se han registrado algunos a más de 30 kilómetros.
(Con información de Europa Press y EFE)
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