El Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia convocó el viernes al representante diplomático de Bielorrusia en el país luego de que las autoridades polacas dijeron que fuerzas bielorrusas hicieron disparos —posiblemente de salvas— hacia soldados polacos en la frontera común.
El incidente marcó una escalada en las tensiones en la frontera entre los dos países, que es además parte de la frontera oriental de la Unión Europea (UE). El gobierno polaco acusa a Bielorrusia de alentar a migrantes del Oriente Medio y de África para que crucen la frontera en grandes números hacia Polonia.
Las fuerzas polacas han respondido en muchos casos forzando a los migrantes a regresar a Bielorrusia. Algunos solicitantes de asilo han muerto atrapados entre los dos países.
Anna Michalska, portavoz de la guardia fronteriza de Polonia, dijo que soldados bielorrusos abrieron fuego hacia los soldados polacos a través de la frontera el jueves, aunque no ofreció más detalles.
Michalska dijo que nadie resultó herido y que probablemente se usaron municiones de salva. Dijo que los guardias estaban bajo una presión y estrés crecientes debido a numerosos incidentes en los que se lanzan objetos contra los militares polacos desde el lado bielorruso.
El área de la frontera está restringida como parte de un estado de emergencia impuesto por Polonia a inicios de septiembre y ni periodistas ni trabajadores de derechos humanos pueden monitorear la situación allí. No fue posible verificar independientemente las afirmaciones de las autoridades polacas.
El encargado de negocios de Bielorrusia fue convocado a la cancillería por el asunto, dijo el vocero de relaciones exteriores Lukasz Jasina, citado por la agencia de noticias estatal PAP.
Al dejar la reunión, el encargado de negocios, Alaksandr Czasnouski, dijo a reporteros que “la información sobre los disparos no es cierta”, reportó PAP.
En Bielorrusia, el portavoz de la Guardia Fronteriza Anton Bychkovsky rechazó las acusaciones de disparos, diciendo que los guardias bielorrusos no habían usado sus armas en las últimas 24 horas, de acuerdo con la agencia rusa Tass.
La UE acusa al gobierno del bielorruso Alexander Lukashenko de permitir el paso de inmigrantes clandestinos provenientes de Oriente Medio y África en represalia por las sanciones que le ha impuesto la UE.
Pacto migratorio de la UE continúa atascado
Mientras tanto, el Pacto europeo sobre Migración y Asilo continúa bloqueado y sin visos de un acuerdo a corto plazo, mientras surgen denuncias de devoluciones en caliente en varios países de la Unión Europea y una docena de Estados miembros pide que la UE financie vallas contra la migración irregular.
Esos temas se abordaron este viernes en un Consejo de ministros de Interior de los Veintisiete.
En la última semana se hicieron públicas distintas investigaciones periodísticas que acusan a policías de Grecia y de Croacia de haber participado en supuestas devoluciones en caliente de migrantes irregulares en sus fronteras exteriores. La comisaria Johansson consideró “muy preocupantes” las denuncias e indicó que por ello planteó el tema en el Consejo de hoy.
Además, 12 Estados miembros de la Unión Europea pidieron que la UE financie la construcción de “barreras físicas” para proteger las fronteras exteriores, ante el creciente uso de los migrantes como arma política por parte de terceros países.
En una carta dirigida a la Comisión Europea, Austria, Bulgaria, Chipre, Chequia, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y Eslovaquia subrayan que “las barreras físicas parecen ser una medida de protección de las fronteras efectiva, que sirve en interés de toda la UE, no solo de los Estados miembros en primera línea”.
La Comisión alertó recientemente de que cada vez hay más Estados que están utilizando la migración como arma política y llamó a los países miembros a responder a esos ataques.
Los titulares europeos pasaron revista a la situación en las distintas rutas migratorias, que han visto un aumento de las llegadas en el último año, aunque las cifras de migrantes irregulares en todas las rutas se mantiene muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis de 2015. El número de cruces fronterizos irregulares en los nueve primeros meses de 2021 alcanzó alrededor de 120.000, en comparación con casi 77.000 en el mismo período de 2020.
(Con información de AP, EFE, AFP)
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