Alerta en La Palma: el delta de lava del volcán podría derrumbarse y generar explosiones y olas

Los expertos advierten que la fajana ha alcanzado el límite de la plataforma insular y es previsible que continúe su avance, lo que podría conllevar el derrumbe de su frente

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Nuevo aumento de la sismicidad en La Palma, en capas medias y profundas (EFE)

El terreno ganado por la lava al mar en la isla española de La Palma, el llamado delta lávico (“fajana”), corre el riesgo de derrumbarse si continúa su avance a profundidades mayores en el océano, lo que iría acompañado de la liberación brusca de gases, con explosiones hidromagmáticas y olas.

Este viernes, las miradas se centran en ver la evolución del delta, dado que ha alcanzado el límite de la plataforma insular y es previsible que continúe su avance, lo que podría conllevar el derrumbe de su frente, según los expertos.

La calidad del aire se mantiene “regular”

Desde hace unos días, la erupción del volcán de Cumbre Vieja, que comenzó el pasado 19 de septiembre, está en una fase estable o “valle”, pues no hay patrones significativos en las deformaciones, las emisiones diarias de dióxido de azufre alcanzan las 4.994 toneladas y la emisión difusa de dióxido de carbono es de 1.668 toneladas diarias, valores parecidos a días anteriores.

Imagen tomada la madrugada de este viernes desde Los Llanos de Aridane (La Palma) de la erupción en Cumbre Vieja (Foto. EFE/Carlos de Saá)
Imagen tomada la madrugada de este viernes desde Los Llanos de Aridane (La Palma) de la erupción en Cumbre Vieja (Foto. EFE/Carlos de Saá)

Entre los parámetros que se monitorizan en torno a la actividad volcánica, dos centran la atención este viernes: la calidad del aire, que sigue “regular”, según el Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), y la sismicidad.

Sobre la calidad del aire, las condiciones meteorológicas son desfavorables, aunque se prevé que la situación mejore a partir del sábado con el giro del viento a componente norte entre los 1.500 y 5.000 metros y una elevación de la inversión térmica, estancada ahora en 700 metros.

En el Valle de Aridane, donde se han registrado algunas mediciones puntuales que han superado los niveles de alerta de dióxido de azufre y que luego han remitido, los vecinos pueden hacer vida normal, pero con mascarilla, y solo se recomienda salir lo mínimo posible al exterior y siempre con mascarilla FFP2 a quienes padezcan afecciones pulmonares o bronquiales, asma, problemas cardíacos, embarazadas y niños pequeños.

Esos picos de dióxido de azufre han sido puntuales en El Paso y Los Llanos de Aridane, pues solo se produjeron durante esta última madrugada y el resto del día los valores fueron normales.

Video de archivo: Las imágenes de un drone revelaron el 27 de septiembre la magnitud de los daños

Además, el penacho de ceniza y dióxido de azufre que se extiende desde el volcán está afectando a la operatividad no solo del aeropuerto de La Palma, sino también de uno de los dos con que cuenta otra de las islas de este archipiélago español, Tenerife (el Norte), sin que se descarte que llegue al segundo de esta isla y también al de La Gomera.

Casi 200 terremotos en dos días

La sismicidad ha seguido aumentando en número e intensidad, siempre a una profundidad superior a los 10 kilómetros, lo que hace que la posibilidad de un nuevo centro eruptivo alejado del cono principal sea de momento “escasísima”, a juicio de los expertos.

En concreto, el español Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha localizado 180 terremotos en la zona afectada por la reactivación volcánica desde las 10.00 GMT del 6 de octubre, de los que 56 han sido sentidos por la población. El seísmo de mayor magnitud (4,3) tuvo lugar el jueves a 35 kilómetros de profundidad.

Foto de archivo: El volcán de Cumbre Vieja reactivado el 27 de septiembre (Foto: Kike Rincón - Europa Press)
Foto de archivo: El volcán de Cumbre Vieja reactivado el 27 de septiembre (Foto: Kike Rincón - Europa Press)

La lava cubre ya una superficie de 471,8 hectáreas, 40,6 hectáreas más que el jueves, tras producirse una bifurcación cerca de la costa, al suroeste de la colada principal, un apéndice que se encuentra a unos 150 metros del mar.

No se descarta que la colada principal acabe cubriendo la superficie que la separa de ese apéndice, pues en su camino está rellenando huecos y buscando cabeceras de pequeñas cuencas.

Entre las áreas afectadas por la lava hay 102 hectáreas de cultivo, en su mayor parte (59,39) de plataneras, y los kilómetros de carretera cubiertos por la lava ascienden a 26,47, mientras que no hay datos de las edificaciones destruidas, más de 700 conforme a mediciones anteriores.

(Con información de EFE)

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