Alemania intenta alinear un gobierno socialista con el riesgo de dar un giro inesperado a la economía europea

El líder conservador, Armin Laschet, despejó el camino para la formación de una cancillería socialista, pero superar los obstáculos para una coalición dependerá de duras concesiones. Las visiones financieras opuestas entre Verdes y Liberales preocupan al continente

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Robert Habeck, co-líder del Partido Verde y el jefe de los liberales, Christian Lindner, podrían ocupar el ministerio de finanzas. Dos visiones opuestas en materia económica, un duro escollo por resolver para Alemania y Europa.
Robert Habeck, co-líder del Partido Verde y el jefe de los liberales, Christian Lindner, podrían ocupar el ministerio de finanzas. Dos visiones opuestas en materia económica, un duro escollo por resolver para Alemania y Europa.

No se elige sólo al próximo sucesor de Angela Merkel. La conformación de una alianza tripartita para alcanzar un acuerdo de gobierno, algo insólito hasta ahora en la política alemana, podría significar un cambio en el rumbo económico europeo.

El acercamiento entre Socialistas (SPD), Verdes y Liberales (FPD), tiene a Europa supeditada a la elección del próximo ministro de finanzas para Berlín. La verdadera llave para destrabar la asunción del ganador, Olaf Scholz, antes de fin de año.

A pesar que el camino parezca más despejado, a partir de que el jefe conservado, Armin Laschet (CDU), señalase que estaba listo para liberar el camino si fuera necesario, los resultados positivos de las primeras conversación entre los tres partidos no son suficientes.

El jueves, socialistas, liberales y verdes se reunieron por primera vez para discutir un compromiso. Pero no es seguro que tengan éxito. Aunque todos los actores fueron auspiciosos, una coalición depende de muchas negociaciones y concesiones. El secretario general del FDP, Volker Wissing, habló de “obstáculos que se pueden superar”. El lunes, las tres partes quieren continuar sus conversaciones “en profundidad”.

La ecuación económica será difícil de despejar. El socialismo de Scholz y los ambientalistas de Annalena Baerbock buscan un alivio para los ingresos pequeños y medianos, y ambas partes están a favor de ligeros aumentos en la tasa impositiva máxima.

El jefe de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, Armin Laschet, dijo este jueves que está dispuesto a renunciar como líder de los conservadores, si esto significa despejar el camino para un nuevo gobierno.
El jefe de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, Armin Laschet, dijo este jueves que está dispuesto a renunciar como líder de los conservadores, si esto significa despejar el camino para un nuevo gobierno.

Contrariamente, los liberales rechazan los aumentos de impuestos y solo quieren que la tasa impositiva máxima se aplique a partir de una cantidad más alta. Otro punto de discordia, es que el SPD y los Verdes están a favor de un impuesto sobre el patrimonio, cosa que los liberales rechazan.

En este escenario, dos personalidades corren con favoritismo para el ministerio de finanzas: el “Green” Robert Habeck, co-líder de los ambientalistas, y el jefe del partido liberal, Christian Lindner. El dilema europeo es que ambos difieren en las reglas del Pacto de Estabilidad y las necesidades de inversión del continente.

Olaf Scholz, el posible Canciller, no asistió a la reunión de titulares de las carteras finanzas de la Unión Europea (ECOFIN) el pasado martes en Luxemburgo, la primera desde las elecciones legislativas alemanas del pasado 26 de septiembre. En su lugar fue el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jörg Kukies, cosa que generó un desconcierto entre los líderes del bloque comunitario.

Para los europeos ha llegado el momento de cuestionar la identidad de su sucesor en su foro mensual. La presidencia del ministro de finanzas alemán tiene un lugar destacado. Ha sido ocupado en el pasado por figuras de renombre europeo: de 2009 a 2017 por Wolfgang Schäuble, que casi expulsó a Grecia de la zona del euro, de 1989 a 1998 por Theo Waigel, quien logró la unión monetaria de los dos alemanes y lanzó el euro

Uno de los miembros de una de las delegaciones en Luxemburgo reveló: “”Evidentemente, estamos siguiendo de cerca lo que está sucediendo en Alemania, estamos estudiando las posiciones públicas tomadas por las personalidades dadas como favoritas”

Desde Bruselas saben de las posiciones distantes en materia financiera. Los dos políticos tienen visiones diferentes, posiblemente también opuestas, de la política presupuestaria a seguir en Alemania y en Europa. Justamente cuando los Veintisiete se preparan para relajar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, para salir de la crisis del coronavirus, sumando la necesidad de llevar adelante una política económica de “descarbonización”

Christian Lindner, del Partido Liberal, se opone a aumentar la deuda. A tal punto que podrían llevar a Alemania a integrar la liga de los "frugales", comandada por Gernot Blümel, el ministro de Finanzas austriaco, que se opone a que el dinero de los contribuyentes de su país termine pagando los desequilibrios de otras naciones europeas.
Christian Lindner, del Partido Liberal, se opone a aumentar la deuda. A tal punto que podrían llevar a Alemania a integrar la liga de los "frugales", comandada por Gernot Blümel, el ministro de Finanzas austriaco, que se opone a que el dinero de los contribuyentes de su país termine pagando los desequilibrios de otras naciones europeas.

El ambientalista, Robert Habeck , mantiene la idea de invertir cientos de miles de millones de euros en infraestructura durante los próximos diez años sólo en Alemania. Iniciativas cercanas a París sobre la necesidad de flexibilizar el pacto y los presupuestos.

Christian Lindner, que llega desde un partido que atrae a los independientes y las profesiones liberales, debe defender la disciplina presupuestaria, tanto en Alemania como en Europa. Rechaza las propuestas para ampliar el mecanismo de deuda común de los Veintisiete, inyección histórica de fondo acordada para paliar los efectos de la pandemia.

Con esta atmósfera, Europa sabe que de la elección dependerá la marcha del bloque, hasta de las futuras tensiones políticas. A tal punto que podrían llevar a Alemania a integrar la liga de los países frugales, comandada por Gernot Blümel, el ministro de Finanzas austriaco, que se opone a que el dinero de los contribuyentes de su país, termine pagando los desequilibrios y desquicios de países, como España e Italia, que no ponen en orden sus presupuestos.

Francia, en el medio, tampoco desearía un ministro inflexible con el gasto, cuando además Emmanuel Macron, esta en plena campaña para su reelección. Como si fuera poco, los Veintisiete deberán subsidiar las tarifas de gas, cuando comienza el invierno en el continente y los precios de los recursos están al alza.

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