Las abuelas bailarinas son un verdadero problema en China. Esta tendencia que se ha tomado las principales plazas públicas del país hasta el punto de hacerlas parecer omnipresentes, consiste en grupos de ancianas que organizan clases de baile al aire libre, algo que está afectando los nervios de las personas jóvenes, quienes optan por soluciones drásticas pero pacíficas, informan medios asiáticos.
A medida que en más plazas públicas las ruidosas “abuelas bailarinas” se hacen presentes, lo hacen las ventas de un dispositivo especial diseñado para interferir con los parlantes desde donde sale la música para las sesiones de bailes. Este dispositivo es un control remoto por infrarrojos denominado “dispositivo mágico anti baile en plazas”.
En las últimas décadas, el llamado baile en plazas se ha convertido en un pasatiempo muy popular para la creciente población de personas mayores de China, lo que brinda a los jubilados, en su mayoría mujeres, la oportunidad de hacer ejercicio y hacer amigos al mismo tiempo.
Pero con la escasez de espacios públicos en las zonas urbanas de China, la música a todo volumen se ha convertido en una gran molestia para otros residentes y ha provocado intensas disputas.
En 2013, alguien en la ciudad central de Wuhan arrojó heces sobre un grupo de bailarinas. Y en 2016, un hombre en la ciudad sureña de Guilin, enojado por el ruido, disparó al altavoz de un grupo de baile con una pistola de aire y accidentalmente golpeó a una mujer en su muslo.
Los comerciantes del dispositivo están anunciando una forma más fácil de detener el ruido con un nuevo aparato que puede costar entre 15 y 40 dólares, según el alcance y la potencia del mismo en el sitio de ventas Taobao.
Para poder detener la música, los usuarios se deben colocar cerca del altavoz al que deben apuntar en dirección a su panel de control y mantener presionado el botón del dispositivo durante 15 segundos.
El dispositivo es un éxito de ventas y cuenta con clientes satisfechos como Han Lei, un emprendedor de 19 años que le contó a Vice World News que ha logrado repeler a la mayoría de los grupos de baile que se dan cita en su vecindario.
Han dijo que durante mucho tiempo le molestó la música transmitida por los grupos de baile que se reunían en la plaza temprano en la mañana y por la noche, pero las llamadas a la policía local no ayudaron. En marzo compró el dispositivo y comenzó a apagar los altavoces después de las 9 p.m.
Una noche, recordó Han, detuvo 36 grupos de baile en las distintas plazas de su localidad. Dice que cuando apagaba la música los ancianos bailarines parecían confundidos e iban a verificar los parlantes. Todavía nadie se ha dado cuenta de que es él quien apaga sus parlantes.
“Yo estaba defendiendo la justicia”, dijo. “Informar a la policía no funciona. Solo se detendrán cuando piensen que sus altavoces no funcionan “.
Al ver la demanda potencial de este dispositivo, Han lo incluyó en su propio negocio de electrónica. Dijo que había vendido más de 20.000 de los dispositivos en los últimos cuatro meses.
En Taobao, productos similares han obtenido cientos de críticas, y los compradores han dicho que han silenciado a los grupos de baile que los molestaban durante mucho tiempo. No está claro si estos grupos habían encontrado nuevos lugares para bailar.
Seguir leyendo: