La Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que las estimaciones apuntan que 3,2 millones de niños afganos menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda para finales de año, y un millón más corre el riesgo de morir si no se actúa rápidamente.
En cifras globales, la inseguridad alimentaria aguda afecta al día de hoy a 14 millones de ciudadanos en Afganistán, pues carecen de acceso a agua, alimentos o servicios básicos de salud y nutrición a consecuencia de años de conflicto armado y la crisis económica, agravado aún más por la toma del poder por parte de los talibán en agosto.
Esta voz de alarma surgió tras la visita a la ciudad de Herat, en el noroeste del país, del representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Afganistán, Hervé Ludovic De Lys; así como de su homóloga en el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Mary-Ellen McGroarty, tal y como recoge la ONU.
“A medida que más familias luchan por poner comida en la mesa, la salud nutricional de las madres y sus hijos empeora día a día”, explicó De Lys.
Además, el enviado de UNICEF lamentó que los menores están “cada vez más enfermos” al mismo tiempo que sus familias son “cada vez menos capaces de darles el tratamiento que necesitan”, todo ello en un momento en el que los brotes de sarampión y diarrea aguda se propagan con facilidad.
Por su parte, PMA elaboró una serie de encuestas en las que se detectó que el 95 por ciento de los hogares en Afganistán “no consumen suficientes alimentos”, así como que los adultos se alimentan en menor cantidad para así cederles estos alimentos a sus hijos.
“Tenemos grandes preocupaciones sobre las decisiones desesperadas que las familias se ven obligadas a tomar”, señaló McGroarty al respecto, quien avisó que la desnutrición se agravará si no hay una intervención inmediata.
“La comunidad internacional debe liberar los fondos que prometió hace semanas, o el impacto podría ser irreversible”, inistió la enviada del Programa Mundial de Alimentos.
Durante su visita a Herat, McGroarty y De Lys visitaron un centro de distribución de alimentos, así como un asentamiento para familias de desplazados internos. Ambas agencias añadirán 100 equipos móviles de salud y nutrición, que se sumarán a los 168 que ya han proporcionado un “salvavidas” para madres y menores en puntos de difícil acceso.
Finalmente, Naciones Unidas recordó que desde principios de 2021, PMA ha brindado asistencia alimentaria y nutricional para salvar vidas a 8,7 millones de personas, incluido el tratamiento y la prevención de la desnutrición para casi 400.000 mujeres embarazadas y lactantes y 790.000 niños menores de cinco años.
“Solo en septiembre se llegó a cerca de cuatro millones de personas. Además, este año, más de 210.000 niños con desnutrición aguda grave recibieron un tratamiento que les salvó la vida a través de los servicios apoyados por UNICEF”, dijo la ONU.
(Con información de Europa Press)
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