El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, reflexionó sobre la grave crisis diplomática con Francia a cuenta de la venta de 12 submarinos a Australia y señaló que podrían “haber comunicado mejor” la operación.
“Podríamos, deberíamos haberlo hecho mejor en lo tocante a la comunicación”, dijo Blinken, en una entrevista difundida este marte en el canal France 2.
El secretario de Estado estadounidense, quien viajó a París para presidir una reunión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), realizó estas declaraciones después de haberse reunido hoy con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, y con el presidente francés, Emmanuel Macron, encuentro este último que no estaba previsto. En ambas reuniones dominó el hermetismo y no hubo declaraciones a la prensa.
El hecho de que Macron recibiera a un alto funcionario de rango inferior señala el intento del Gobierno francés de recuperar el buen nivel de la relación con Washington.
Blinken intentó minimizar a la crisis abierta cuando a mediados de septiembre Australia decidió cancelar inesperadamente un multimillonario contrato para adquirir 12 submarinos convencionales a Francia en beneficio de Estados Unidos y Reino Unido, que ofrecen una tecnología de propulsión nuclear.
El secretario de Estado explicó que las reuniones de hoy responden a lo acordado por Macron y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el pasado septiembre para limar asperezas.
“No puedo hablar por el presidente Macron, pero por nuestra parte creemos que hay una gran oportunidad dentro del marco de trabajo establecido por los dos presidentes para profundizar la cooperación y la coordinación”, dijo Blinken.
Macron mantuvo una conversación “larga” y “cara a cara” con Blinken, informó el Elíseo, que por ahora no ha ofrecido detalles del contenido. Esta reunión entre Francia y Estados Unidos implicó un nuevo paso hacia la normalización de su relación bilateral.
Una fuente del Elíseo explicó que el objetivo de las reuniones es “estudiar las vías de recuperación de la relación” bilateral después de que Francia llamara a consultas durante unos días a su embajador en Washington, “y contribuir a restaurar la confianza entre Francia y Estados Unidos”.
Ambos países, añadió, “continúan su trabajo de coordinación en asuntos de interés común, como la cooperación UE-OTAN, el Sahel o la región indopacífica”.
Reconducir la relación
Según la parte estadounidense, Blinken y Macron discutieron los próximos pasos en la relación bilateral y áreas de cooperación conjunta y la próxima reunión entre los presidentes de ambos países, explicó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Las reuniones de Blinken con Le Drian y Bonne trataron también sobre la reconducción de la relación, pero también entraron en cuestiones más concretas en la estabilidad de Afganistán, el combate al yihadismo en el Sahel, o en la región indopacífica, añadió Price.
La llamada a consultas de los embajadores franceses en Estados Unidos y Australia, una medida inédita en la relación de París con esos dos países, se produjo dos días después después de que ambos y el Reino Unido anunciaran el 15 de septiembre una alianza de seguridad en la región indopacífica.
Francia se consideró marginada por la creación de esa alianza, ya que tiene numerosas islas que le otorgan amplias aguas territoriales tanto en el Índico como en el Pacífico, por lo que está muy interesada en la protección de la estabilidad y la seguridad en la región.
El ministro Le Drian calificó entonces ese movimiento como una “puñalada por la espalda”.
La situación se recondujo con la conversación telefónica que Macron mantuvo el 22 de septiembre con el presidente estadounidense, Joe Biden, en la que se acordó dar pasos para rebajar la tensión y que ambos se reunirán a finales de octubre en Europa.
El golpe para París fue aún mayor debido a que, tras haber chocado repetidamente en numerosas áreas (como cambio climático o fiscalidad global) con la anterior administración estadounidense de Donald Trump, esperaba un cambio fundamental con la llegada de Biden a la Casa Blanca, sobre todo con la designación como secretario de Estado de alguien como Blinken, buen conocedor de Francia y que habla perfectamente francés.
Una fuente diplomática francesa aseguró que los estadounidenses se toman en serio el enfado de su aliado y no se limitan a una “terapia de abrazos”.
“Esta crisis pone en juego los intereses de todos los europeos sobre el funcionamiento de nuestras alianzas y el compromiso de los europeos en el Indopacífico”, según una fuente diplomática francesa.
Con información de EFE y AFP
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