Personal militar británico empezó el lunes a repartir combustible a las estaciones de servicio después de que la falta de camioneros afectara al suministro durante más de una semana, lo que provocó largas filas en las gasolineras mientras conductores ansiosos trataban de llenar sus depósitos.
Unos 200 militares fueron desplegados el lunes para asistir a los repartos tras recibir formación especifica para conducir los camiones y llenar los surtidores la semana pasada, indicó el gobierno.
En un primer momento se desplegarán principalmente en Londres y el sureste de Inglaterra, donde se concentran los problemas.
Tropas con uniformes camuflados fueron vistos en Buncefield Oil Depot en Hemel Hempstead, 32 kilómetros al norte de Londres.
“Los conductores del Ejército han salido”, dijo el jefe del Tesoro, Rishi Sunak, a LBC Radio. “La situación lleva mejorando desde hace, creo, más de una semana, cada día las estadísticas eran mejores, y conforme la demanda vuelve a niveles más normales, la expectativa mayoritaria es que las cosas se resuelvan por sí mismas (...) La gente debe saber que hacemos todo lo que podemos”.
A Gran Bretaña le faltan decenas de miles de conductores, una situación consecuencia de la escasez de mano de obra provocada por la pandemia y el Brexit, con problemas de reparto que también afectan a los supermercados, las cadenas de comida rápida y los bares.
Aunque el primer ministro Boris Johnson afirmó el domingo que la situación estaba “calmándose”, el 22% de las gasolineras de Londres y el sureste de Inglaterra seguían sin combustible, afirmó el lunes el director de la asociación de minoristas de carburante, Gordon Balmer.
“Esperamos que la situación mejore esta semana”, dijo Balmer al canal Sky News, pero advirtió que podría llevar hasta 10 días reponer las existencias.
De las cerca de 1.100 estaciones de servicio con las que estuvo en contacto el domingo, algunas llevaban más de una semana sin combustible.
Desde hace más de diez días se forman largas colas ante las gasolineras debido a los problemas de abastecimiento por la falta de hasta 100.000 camioneros según los responsables del sector.
La Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA), que representa el 65 por ciento del total de 8.380 patios delanteros independientes de Gran Bretaña, dio la bienvenida a la intervención del ejército.
Pero advirtió que era probable que los soldados tuvieran un efecto limitado.
Una de cada cinco estaciones de servicio en Londres y el sureste de Inglaterra se quedó sin combustible, mientras que la crisis en el resto del país “prácticamente terminó”, dijo el presidente de la PRA, Brian Madderson.
(Con información de AP y AFP)
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