Al menos dos civiles murieron este domingo y otros tres resultaron heridos en una explosión en Kabul, la primera en un mes en la capital afgana, cerca de la mezquita Id Gah, donde se celebraba una misa en memoria de la madre de un alto responsable talibán.
“Según la información de que disponemos, dos civiles murieron y tres resultaron heridos en la explosión”, declaró a la AFP el portavoz del ministerio del Interior, Qari Sayed Khosti.
Ahmadullah, un comerciante cuya tienda se encuentra cerca de la mezquita, dijo a la AFP que “escuchó el ruido de una explosión seguida de disparos”.
“Justo antes de la explosión, los talibanes acababan de bloquear la carretera en previsión de la oración por la madre de Zabihullah Mujahid”, añadió este testigo.
La víspera los talibanes anunciaron en un comunicado que el domingo por la tarde se celebraría en la mezquita una oración por la madre de Mujahid.
Emergency NGO, un hospital financiado por Italia en Kabul, tuiteó que había recibido a cuatro personas heridas en la explosión.
El área alrededor de la mezquita fue acordonada por los talibanes que mantenían una fuerte presencia de seguridad.
El último ataque mortal en Kabul tuvo lugar el 26 de agosto. Al menos 72 personas murieron y más de 150 resultaron heridas en un atentado en el aeropuerto de Kabul reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad del ataque. Sin embargo, desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán a mediados de agosto, los ataques del grupo Estado Islámico contra ellos han aumentado. Esto ha planteado la posibilidad de un conflicto más amplio entre los dos grupos extremistas.
Los ataques en Kabul han sido inusuales hasta ahora, pero en las últimas semanas el Estado Islámico ha mostrado señales de que está expandiendo su presencia más allá del este y más cerca de la capital. El viernes, combatientes talibanes asaltaron un escondite del Estado Islámico al norte de Kabul, en la provincia de Parwan. La redada se produjo después de que una bomba del grupo extremista en una carretera hiriera a cuatro combatientes talibanes en la zona.
Encuentro de talibanes
Más temprano por la mañana, los talibanes organizaron un primer encuentro, que reunió a casi 1.500 simpatizantes, para celebrar la victoria, siete semanas después de tomar las riendas del país
La concentración se celebró en el municipio de Kohdaman, cerca de Kabul.
En el podio, Mawlawi Muslim Haqqani, el viceministro de Asuntos Religiosos, alabó la victoria del movimiento islamista que, según él, marca la derrota de los “cristianos” y de los “occidentales”.
Solo se veía a hombres y niños en sillas o sentados en el suelo bajo lonas levantadas en medio de un terreno baldío.
En el exterior, decenas de guardias armados vigilaban, mientras los combatientes talibanes llegaban en camionetas.
“¡Estados Unidos derrotado. Imposible. Imposible. Pero posible!”, pregonaba una de las canciones difundidas para darles la bienvenida pese a que la música está teóricamente prohibida por el movimiento islamista.
El acto comenzó solemnemente con una procesión de hombres armados vestidos con ropa de combate y que agitaban la bandera blanca de los talibanes con la profesión de fe musulmana inscrita en negro. Algunos llevaban un lanzacohetes al hombro.
Los civiles que participaban en el encuentro lucían prendas tradicionales o al menos llevaban tocado. La mayoría iban desarmados. Cuando los organizadores llegaron entonaron el tradicional “takbir”, la fórmula religiosa “Alá Akbar” (Dios es el más grande) repetida varias veces. Algunos gritaron eslóganes protalibanes.
Otro orador, que dijo llamarse Rahmatulá, afirmó que tras una guerra de 20 años en el país, donde los combates parecen haberse detenido, la victoria fue posible gracias a “las filas de jóvenes que se han presentado como candidatos al martirio”.
(Con información de AFP y AP)
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