El geólogo el Ilustre Colegio de Geólogos José Luis Barrera no descarta que el volcán de Cumbre Vieja en La Palma pueda abrir nuevas bocas de erupción, además de la última boca doble que se ha registrado durante la madrugada de este viernes, situada a unos 450 metros al norte del cráter. La lava que emite es muy líquida y ha ganado terreno en dirección oeste.
Barrera ha explicado en declaraciones a la agencia Europa Press que ahora mismo la colada es más fluida y está saliendo a una temperatura más alta que los primeros días, cuando los científicos apuntaban que estaba a más de 1.000 grados centígrados.
Además, precisa que las primeras emisiones eran más explosivas a consecuencia de que los gases estaban “abriendo el conducto de emisión”, a modo de limpieza mientras que ahora, aunque siguen las explosiones, no son tan frecuentes e intensas como las de los primeros días. Eso se debe a que el conducto de emisión está más limpio y la lava sale “menos contaminada, más fluida y desde ahí baja directamente al mar”.
Al mismo tiempo, cree que la nueva colada se podría unir a la inicial. Pero advierte que ahora la “antigua” colada se está empezando a ensanchar dentro de tierra y si esta nueva lava se suma a ella “sería malo” para la actual emergencia, ya que podría afectar a nuevas infraestructuras y bienes que antes no estaban en riesgo.
De ese modo, incide en que cuando la lava caiga al mar en cascada se enfriará “bruscamente” al contacto con el mar y se podrá ir formando “otra nueva ampliación del litoral”.
“Es posible que se puedan abrir más bocas, pero hay que hacer un seguimiento de parámetros de sismicidad”, alerta el geólogo que señala la importancia de vigilar la profundidad de estos movimientos sísmicos, ahora a unos 10 o 14 kilómetros de profundidad.
Por último, apunta respecto a los parones de actividad volcánica que se trata de los “pulsos propios de la erupción”, que “no funciona como un grifo abierto”, sino que son los gases los que arrastran la lava a la superficie para expulsarla.
Por otra parte, según ha informado el Instituto Geográfico Nacional (IGN), en las últimas 24 horas se han contabilizado 12 terremotos en el sur de la isla, en las proximidades de la erupción volcánica en curso. Asimismo, confirma que los hipocentros se encuentran situados entre los 10-14 kilómetros de profundidad en la misma zona donde comenzó la reactivación el 11 de septiembre.
De momento, dos de los terremotos fueron percibidos por la población. El más fuerte, con una intensidad máxima de III en la zona epicentral y corresponde a un terremoto de magnitud 3,5 mbLg que se registró a las 20.30 horas de este jueves.
Durante la mañana del jueves la amplitud media de tremor volcánico permaneció estable y en el rango de valores habituales de todos estos días. Sin embargo, a partir de las 18.00 horas comenzó a aumentar de manera paulatina hasta llegar a alcanzar en las últimas horas valores similares a los que llegó durante las primeras jornadas eruptivas.
En todo caso, el seguimiento de la red de estaciones permanentes apunta a que la isla está volviendo a una estabilidad en las deformaciones.
El IGN continúa realizando el seguimiento de la actividad, fortaleciendo la red de vigilancia y tras haber reforzado su presencia en la isla, donde se ha establecido el CAVE (Centro de Atención y Vigilancia de la Erupción) y se trabaja a diario en recogida de muestras de material volcánico para su análisis in situ y posterior.
(Con información de Europa Press)
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