Los precios en España aceleraron su ascenso en septiembre con un repunte del 4% respecto al mismo mes de 2020, debido principalmente al encarecimiento de la electricidad.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó este miércoles el avance del índice de precios de consumo (IPC) de este mes que, de confirmarse el próximo 14 de octubre, supondría un aumento de siete décimas con respecto al dato de agosto (3,3%) y el séptimo mes consecutivo al alza. Los analistas encuestados por la agencia Reuters habían previsto un aumento de precios del 3,7 por ciento.
Se trata del nivel interanual más alto desde septiembre de 2008, cuando se registró un aumento interanual del 4,5%, que fue impulsado por los costes energéticos y, en menor medida, por los precios de los paquetes turísticos y de los combustibles y lubricantes para vehículos.
El INE explica que el incremento de precios está relacionado con el encarecimiento de la electricidad, mayor este mes que en septiembre de 2020.
La electricidad no para de subir en las últimas semanas, superando récords casi cada día. Este miércoles, en el mercado mayorista (pool) se pagará a 189,9 euros el megavatio hora (MWh), nuevo máximo histórico, el octavo en lo que va de septiembre.
La escalada de los costes energéticos también ha llevado a los precios industriales españoles a su nivel más alto desde mayo de 1980, después de haber subido un 18% interanual en agosto, según informó el INE el lunes.
La escalada de precios de la electricidad, que afecta a gran parte de Europa se debe, entre otros factores, al encarecimiento del gas en los mercados internacionales, que se emplea en las centrales de ciclo combinado y que marcan el precio del mercado en la mayoría de las horas, y el aumento del precio de los derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2). El aumento de los precios industriales suele trasladarse a los precios al consumo, al menos parcialmente, en cuestión de semanas.
Por otra parte, también influye en la subida de precios, aunque en menor medida, la evolución de los paquetes turísticos, que bajaron menos este año que en 2020 (en plena pandemia), y de los carburantes de automoción, que subieron cuando el año pasado se abarataban.
La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios de los productos energéticos ni de los alimentos no elaborados- se situó en el 1%, tres décimas por encima de la de agosto y tres puntos por debajo del Índice de Precios al Consumo (IPC) general, la mayor diferencia entre ambas tasas desde el inicio de la serie en 1986.
El índice de precios de consumo armonizado (IPCA), que mide la evolución de los precios con el mismo método en toda la zona euro, se situó en el 4% interanual, siete décimas por encima del de agosto.
(Con información de EFE y Reuters)
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