La lava arrojada por un volcán en erupción en el archipiélago español de Islas Canarias aceleró el ritmo en su avance hacia el mar y está a unos 800 metros de la costa, dijeron las autoridades el martes.
Uno de los dos ríos se lava se ha ralentizado, pero el otro tenía más temperatura, era más fluido y se encaminaba a la pequeña localidad de Tazacorte, donde se desalojó a la población, dijo el departamento de respuesta a emergencias volcánicas de Islas Canarias.
Las autoridades esperan desde hace días que la lava del volcán de La Palma llegue al océano Atlántico, pero la erupción ha sido errática. Tras una breve pausa el lunes, el volcán reanudó las explosiones con más intensidad en la noche.
Cuando la colada llegue al mar podría provocar explosiones y liberar gases tóxicos, aunque las autoridades dijeron que, debido a su lento avance, no esperan grandes problemas en la costa.
Aún así, la emisión de lava es mucho mayor de la emitida a lo largo de la pasada semana, pero sobre todo mucho más fluida.
En estos momentos hay dos bocas activas: una en el cono principal del volcán y otra por debajo del mismo, que emite lava a alta temperatura y muy fluida, que podría llegar al mar por encima de las dos coladas anteriores.
Según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), la lava de este nuevo río más fluido es del tipo hawaiano.
La colada ha encontrado en su camino el obstáculo de la montaña de Todoque y comenzó a rebasarlo por uno de sus laterales, mientras que las anteriores coladas se encuentran casi detenidas.
Según la información actualizada del Departamento de Seguridad Nacional de España (DSN), la extensión de la superficie afectada por el avance de lava sigue aumentando y se desplaza en dos coladas: la del Sur, que mantiene una velocidad baja; y la del Norte, más activa, que se encuentra en el área de la montaña de Todoque, a una distancia de entre 800 y 1.000 metros de la costa.
Ante esta evolución y con carácter preventivo, se encuentran desde el pasado domingo confinadas las áreas de cuatro municipios de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y La Condesa.
Por el momento, según esta fuente, la erupción del volcán no está influyendo negativamente en la calidad del aire.
En las zonas afectadas por una intensa caída de cenizas, se recomienda permanecer en espacios interiores, medida que se une a la recomendación de mantener un radio de exclusión de 2.5 km en torno a los centros de emisión para minimizar el riesgo de impacto de piroclastos y exposición a los gases.
El aeropuerto de la isla española se encuentra operativo, aunque ninguna compañía operó vuelos durante el día de ayer.
La Palma, que tiene unos 85.000 habitantes, forma parte de la cadena de islas volcánicas de Islas Canarias, ubicadas al noroeste de África. La isla tiene apenas 35 kilómetros de largo y 20 km en su punto más ancho.
La lava de la erupción, que comenzó el 19 de septiembre, ha destruido 589 edificios y 21 km de carreteras en la isla, y cubre 258 hectáreas, en su mayoría campos de cultivo, según la agencia de monitoreo por satélite de la Unión Europea.
Gracias a las tempranas evacuaciones no se reportaron víctimas mortales ni heridos graves.
Por el momento el volcán ha arrojado más de 46 millones de metros cúbicos de roca fundida, según el Instituto Vulcanológico de Canarias.
Las dos erupciones precedentes en La Palma tuvieron lugar en 1949 y 1971, provocando la muerte de tres personas en total, dos de ellas por inhalación de gases.
(Con información de AP, EFE y AFP)
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