La ONU alertó que el mundo afronta el mayor nivel de riesgo nuclear en casi cuatro décadas

El secretario general de la organización, António Guterres, detalló que hay cerca de 14.000 armas nucleares almacenadas en todo el globo que se activan con solo pulsar un botón

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Prueba nuclear de la Operación Licorne (Operación Unicornio). 22 de mayo de 1970. Una explosión aérea termonuclear de 914 kilotones. Fangataufa. Polinesia Francesa, Pacífico. (Foto de Galerie Bilderwelt/Getty Images)
Prueba nuclear de la Operación Licorne (Operación Unicornio). 22 de mayo de 1970. Una explosión aérea termonuclear de 914 kilotones. Fangataufa. Polinesia Francesa, Pacífico. (Foto de Galerie Bilderwelt/Getty Images)

El secretario general de la ONU, António Guterres, ha advertido de que el mundo afronta el mayor nivel de riesgo nuclear en casi cuatro décadas, con cerca de 14.000 armas nucleares almacenadas en todo el mundo que se activan con solo pulsar un botón. Por eso ha hecho un llamamiento a su desaparición este domingo 26 de septiembre, Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares.

Guterres ha recordado que ya en la primera resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU, en 1946, se reflejaba la voluntad de “eliminar las armas atómicas de los armamentos nacionales, así como todas las demás armas capaces de causar destrucción colectiva de importancia”.

“Setenta y seis años después, no hemos logrado aún los objetivos de esa resolución”, ha lamentado Guterres en un mensaje en el que advierte de que “nos enfrentamos al mayor nivel de riesgo nuclear en casi cuatro décadas”. Añade que “hay cerca de 14.000 armas nucleares almacenadas en todo el mundo” y “solo hace falta pulsar un botón para que cientos de ellas sean lanzadas”.

Si bien es cierto que el número total de este tipo de armas ha disminuido durante décadas, a Guterres le preocupa que “los Estados están mejorando cualitativamente sus arsenales”, y están dando señales “de una nueva carrera de armamentos”.

“Estas armas no son un problema del pasado. Hoy día siguen constituyendo una amenaza. A pesar de nuestros progresos, la humanidad sigue estando inaceptablemente cerca de una aniquilación nuclear”, ha advertido.

No obstante, Guterres ha reconocido que también hay motivos para la esperanza, como la reciente decisión de Rusia y Estados Unidos de prorrogar el Nuevo Tratado START, que limita el número de armas estratégicas entre ambos países, así como la voluntad de entablar un diálogo.

Otro motivo de esperanza es la entrada en vigor en enero del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares. “La responsabilidad de aprovechar esos avances recae ahora en los Estados Miembros. La Conferencia de las Partes encargada del Examen del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares ofrece una oportunidad para que todos los países tomen medidas prácticas para prevenir el uso de estas armas, y eliminarlas, de una vez por todas”, ha remachado Guterres.

Para el titular de la ONU, no se puede seguir permitiendo que la sombra del conflicto nuclear empañe los esfuerzos por impulsar el desarrollo, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y acabar con la pandemia de COVID-19. “Es el momento de terminar con esta lacra para siempre, de eliminar las armas nucleares de nuestro mundo e iniciar a una nueva era de diálogo, confianza y paz para todos”, ha concluido.

Kim Jong-un inspecciona la bomba H que luego sería probada “con éxito” (KCNA via Reuters)
Kim Jong-un inspecciona la bomba H que luego sería probada “con éxito” (KCNA via Reuters)

China prepara armas hipersónicas

Este domingo se conoció que un equipo de científicos especializados en cohetes de China está trabajando nuevo tipo de arma hipersónica diseñada para generar un intenso pulso electromagnético capaz de aniquilar las líneas de comunicación y de suministro eléctrico con un alcance de 3.000 km, más o menos la distancia entre la costa oriental de China y Guam.

A diferencia de los misiles balísticos, se mantendría dentro de la atmósfera terrestre para esquivar los sistemas de alerta temprana basados en el espacio, al tiempo que utilizaría tecnología de sigilo activo para evitar ser detectado por los radares en tierra, según el equipo de investigadores de la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento de Pekín.

Y cuando el arma explote sobre la zona objetivo, no habrá vidas en peligro. Al contrario, las potentes ondas electromagnéticas producidas “provocarían la quema efectiva de los dispositivos electrónicos clave de la red de información del objetivo en un radio de 2 km”, señaló el ingeniero Sun Zheng y sus co-investigadores de la Academia China en un artículo publicado este mes, en una revista nacional titulada Tactical Missile Technology.

El presidente chino Xi Jinping
El presidente chino Xi Jinping

Las primeras armas de pulso electromagnético (PEM) requerían una cabeza nuclear para generar la energía del pulso, lo que limitaba sus aplicaciones, mientras que el arma PEM hipersónica utilizaría en su lugar explosivos químicos, según el equipo de Sun. La explosión química comprimiría un imán cargado eléctricamente conocido como “generador de compresión de flujo”, que convertiría la energía de choque en ráfagas cortas pero extremadamente potentes de microondas.

Se sabe que una bomba de pulso electromagnético de gran altitud no nuclear es pesada y voluminosa porque necesita llevar una gran cantidad de baterías para almacenar suficiente electricidad para desencadenar la explosión. Este tipo de bomba suele lanzarse desde un avión.

Sun y sus co-investigadores dicen que una de las principales ventajas de su nueva arma es que el enemigo no sabría que está en camino: “Cuando un objeto viaja por el aire a hipervelocidad, las moléculas de aire se ionizan por el calor y forman una fina capa de plasma sobre la superficie del objeto. La capa de plasma puede absorber las señales de radar, pero no todas”.

Para conseguir un camuflaje total, el arma diseñada por el equipo de Sun convertiría el calor ambiental (normalmente a temperaturas superiores a los 1.000 grados centígrados) en electricidad, y utilizaría esa electricidad para alimentar numerosos generadores de plasma situados en distintas zonas del cuerpo del misil, explica el periodista del SCMP Stephen Chen .

Con información de Europa Press

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