Tras días de especulacioens, Gran Bretaña puso al ejército en espera para ayudar con la crisis de combustible en curso, ya que los temores por la escasez de conductores de camiones cisterna llevaron a compras de pánico, dejando secas muchas de las bombas del país.
“Un número limitado de conductores de camiones cisterna militares se pondrá en estado de preparación y se desplegará si es necesario para estabilizar aún más la cadena de suministro de combustible”, dijo el Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial del Ministerio de Energía en un comunicado emitido el lunes por la noche.
El secretario de Comercio, Kwasi Kwarteng, lo describió como un “paso prudente y sensato”, y dijo que el Reino Unido tenía grandes suministros de combustible.
La medida para movilizar al ejército se produce después de una escasez generalizada de conductores de camiones, que ha provocado serios problemas de suministro para los minoristas y restaurantes en los últimos meses, lo que ha significado que las abundantes existencias de combustible no hayan llegado a las estaciones de servicio.
La compra excesiva de gasolina ante el miedo de que haya escasez de combustible está causando “problemas realmente serios” en las estaciones de servicio de Reino Unido, según ha apuntado un portavoz del sector.
De este modo, en alguna estación de servicio se ha llegado a disparar en un 500% la demanda en comparación con hace una semana ya que las compañías petroleras priorizan las gasolineras de las autopistas, según apunta la Asociación de Minoristas de Gasolinera (PRA, por sus siglas en inglés).
La alarma se desató el jueves, cuando la petrolera BP anunció la clausura temporal de “algunos” establecimientos en el país ante las dificultades para completar las entregas de gasolina y diésel por la falta de conductores.
A diferencia de la penuria de gas que sufre el país -derivada de los altos precios de la materia prima y que ha llegado a paralizar algunas plantas-, el problema con la gasolina se debe casi exclusivamente a la escasez de camioneros.
Las crisis de suministro de combustible tienden a operar con un mecanismo perverso: cuanto más se habla del desabastecimiento, más se apresuran los conductores a llenar sus depósitos y más rápido se vacían los surtidores.
Por esta razón, tanto el Gobierno como los dueños de las gasolineras se prodigaron hoy en llamamientos a la ciudadanía para que no reposten de emergencia a menos que lo necesiten.
Pese a todo, el ministro de Transportes, Grant Shapps, había reconocido en declaraciones a medios británicos que “no descarta nada” para asegurar el suministro, incluido el recurso a movilizar a militares.
“Evidentemente, si eso (recurrir al Ejército) va a ayudar, los llamaremos. Aunque habría cuestiones técnicas, como ver si pueden conducir camiones comerciales, podrían desempeñar otros roles, como examinar y formar a los transportistas”, dijo Shapps a la cadena BBC.
El gobierno ya había anunciado planes para emitir visas temporales para 5.000 camioneros extranjeros, suspender las leyes de competencia y atraer a antiguos conductores a la industria como parte de las medidas para hacer frente a la escasez de mano de obra.
(Con información de AFP y Reuters)
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