Australia insistió este lunes en que el pacto de defensa suscrito a mediados de mes entre Camberra, Londres y Washington (conocido como AUKUS) en contrapeso de Beijing, no supondrá la proliferación de armas nucleares en la región del Indopacífico.
“Australia, en el marco de AUKUS, sigue estando absolutamente en línea con nuestras obligaciones de no proliferación (de armas nucleares)”, afirmó la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne, en un artículo de opinión publicado en el portal del Ministerio de Exteriores de Australia.
La canciller admitió que algunos países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) han expresado sus preocupaciones “legítimas” sobre el AUKUS, que incluye el desarrollo de submarinos nucleares en el país oceánico, sin dar detalles.
Australia asegura que este pacto contribuirá a mantener la paz, la seguridad y el Estado de derecho en el Indopacífico, escenario de disputas territoriales en el mar de China Meridional y la libre navegación en esta zona por la que circula un tercio del comercio marítimo mundial y rica en petróleo y gas.
Beijing observa con recelo el pacto trilateral y considera que responde a una mentalidad de la guerra fría, mientras que a Malasia e Indonesia les preocupa que el AUKUS pueda provocar que otras potencias actúen de manera más agresiva en la región.
Asimismo, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, remarcó horas después de anunciarse el pacto que los submarinos nucleares no entrarán en sus aguas territoriales en línea con su política antinuclear en el Pacífico, escenario en la década de los ochenta de ensayos nucleares por parte de Francia.
El experto en seguridad internacional e inteligencia de la Universidad Nacional Australiana, John Baxland, acotó, durante una reunión reciente con la prensa extranjera, que los futuros submarinos nucleares australianos contarán con “un sistema de propulsión con uranio altamente enriquecido, como el que usan los estadounidenses y británicos, en contraste con la opción francesa de bajo enriquecimiento de uranio”.
La alianza además provocó la ruptura de un acuerdo con Francia para la adquisición de submarinos convencionales de propulsión mixta (diésel y electricidad), lo que provocó una crisis diplomática de París con Australia y Estados Unidos, que Washington comenzó a reparar y que le tomará tiempo a Camberra para normalizarla.
(Con información de EFE)
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