Armin Laschet, el candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) a la cancillería alemana, cometió este domingo un grave error al no ocultar ante las cámaras su voto mientras depositaba su papeleta en una urna en Aquisgrán en las legislativas tal como estipula la ley electoral.
Laschet, que ha multiplicado los traspiés durante la campaña electoral, no plegó de manera correcta su boleto en la que cada elector alemán debe poner dos cruces en las casillas de los postulantes.
Los presentes observaron que el aspirante a jefe de gobierno, que busca suceder a Angela Merkel tras 16 años en el poder, había marcado los recuadros de su partido, en el momento que insertaba la papeleta en el recipiente.
La legislación alemana establece que el voto debe mantenerse en secreto. En última instancia podría invalidar el voto del líder de los conservadores.
La forma de votar del político, que según los sondeos es segundo tras el candidato socialdemócrata, Olaf Scholz, aunque con un mínimo margen, fue rápidamente destacado por los medios que siguen el desarrollo de la jornada electoral.
“De este modo no ha respetado el principio básico del voto secreto”, escribió el semanario “Der Spiegel” al publicar la foto del momento del voto del sucesor de la canciller Angela Merkel como candidato de los conservadores de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU).
De “grave error” lo califica “Die Welt”, que indica que el presidente de la mesa en la que Laschet depositó su voto debería haberlo rechazado.
A los medios Laschet había declarado al votar que los ciudadanos deciden hoy el rumbo que tomará el país en los próximos cuatro años, al tiempo que subrayó que “cada voto cuenta”.
“Todos notamos que son unas elecciones muy importantes, unas elecciones en las que se decide el rumbo de Alemania en los próximos cuatro años y por eso cada voto cuenta”, dijo Laschet en Aquisgrán, ciudad de la que es jefe de Gobierno.
La popularidad de Laschet comenzó a declinar tras una serie de entuertos, como cuando se le captó en televisión riendo durante un tributo a las víctimas de las inundaciones en julio en el oeste de Alemania, que dejaron 180 muertos y causaron inmensos daños materiales.
Los resultados electorales previstos a partir de las 18H00 (16H00 GMT) prometen ser estrechos entre los socialdemócratas, que están a la cabeza en las últimas encuestas, y los conservadores, lastrados sobre todo por las meteduras de pata de Laschet.
(Con información de AFP y EFE)
Seguir leyendo: