Cuando restan apenas unos días para las elecciones que definirán al sucesor de Angela Merkel y que pondrán fin a 16 años ininterrumpidos de gobierno, todavía es una incógnita cómo la mujer de 67 años ha logrado mantener sus índices de popularidad por las nubes.
Analistas, expertos e incluso sus detractores atribuyen su éxito a un particular estilo de liderazgo, que es reconocido dentro y fuera de Alemania como una marca personal. Quien más conoce sobre el tema es Matthew Qvortrup, autor de Angela Merkel, Europe’s most influential leader (Angela Merkel, la líder más influyente de Europa), una biografía en la que desgrana las características personales que han llevado a la canciller no solo a sobrevivir a las mayores crisis de los últimos años, sino a lograr algo inédito en nuestro tiempo: retirarse por la puerta grande.
En una entrevista con el diario El Confidencial, Qvortrup dio algunas pistas de la personalidad, el estilo y las virtudes de una de las más grandes líderes del Siglo XXI. Sin restarle méritos a la canciller, el escritor explicó que no es tan extraño que un líder permanezca por muchos años en el poder en Alemania, debido a que el sistema está diseñado para lograr, sobre todo, estabilidad.
“Pero, sobre todo, que haya aguantado tanto lo explica el hecho de que ella ha convertido el CDU (Unión Demócrata-Cristiana) en un partido menos conservador de lo que solía ser. De una forma u otra, ha robado votantes al resto de partidos”, explica, sobre el fenómeno.
Qvortrup está convencido en que Angela Merkel es una gran negociadora, y lo demuestra el hecho de que nunca ha tenido una mayoría absoluta y aún así ha conseguido todo tipo de acuerdos.
“Tiene una habilidad extraordinaria para negociar a través de un entendimiento racional del problema. Merkel ha triunfado como líder a largo plazo porque nunca ha buscado ganar ninguna discusión. Esa es la gran diferencia entre un buen líder y alguien que no lo es: no ganes discusiones, resuelve problemas. Esa idea de la política es puramente merkeliana: hay que hacer cosas, no podemos dejarnos cegar por la ideología. Creo que esa es la razón de que haya sido tan eficiente”, dijo a El Confidencial.
De acuerdo a la visión del biógrafo, toda la política de Merkel se resume en una frase, por la que también ha sido muy criticada: “La política se basa en resultados”. Así, pareciera que la ideología no tiene lugar en la visión política de la canciller alemana, debido a que no le interesan las batallas ideológicas. Se trata de uno de los factores, según él, por los que la política alemana se ha vuelto aburrida —a diferencia de lo que ocurre en el Reino Unido, con el Brexit, o en España, con los intentos independentistas de Cataluña—.
Su consejo, basado en esas características tan propias de la alemana criada en el Este del país cuando el muro aún estaba en pie, es que si un líder quiere aprender algo de estos 16 años que no se obsesione tanto con el carisma “y piense más en resolver los problemas de la gente que le rodea”.
Otro factor que abona la idea de que su éxito se debe a un estilo anti-ideológico, es su formación como científica. “Menos ideología, más gestión”, recomienda Qvortrup, y explica: “Puede que no sepa mucho de historia, pero sabe mucho sobre la gestión de problemas. Su mente funciona más como un ingeniero antes que como un arquitecto”.
Por último, el biógrafo destacó algunos de los rasgos más íntimos de la canciller, que están presentes en su libro, como el agudo sentido del humor que maneja en el ámbito privado. Nuevamente, destaca, es lo contrario al resto de los políticos, que buscan mostrarse divertidos en público para llamar la atención. Y compartió una anécdota: “Cuando estaba viendo un partido con Barack Obama del Bayern de Múnich y Drogba del Chelsea marcó un gol, ella gritó ‘sheisse!’. ‘¿Qué significa?’, le preguntó el presidente de EEUU. ‘Significa mierda y deberías ir aprendiéndolo’”.
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