El gigante inmobiliario chino Evergrande, al borde de la quiebra, anunció este miércoles un acuerdo con un acreedor local para evitar el impago de los intereses de un bono clave.
La situación del grupo, con una deuda acumulada de más de 300.000 millones de dólares, mantiene en vilo a los mercados internacionales, que cayeron esta semana entre temores de un potencial contagio al conjunto de la economía china.
En reacción al anuncio, las bolsas europeas subían en el inicio de la jornada, recuperándose de sus pérdidas de principios de semanas.
En un comunicado a la bolsa de Shenzhen (sur de China), su filial Hengda aseguró haber negociado un plan para pagar los intereses de un bono que vencían este jueves y de cuyo reembolso muchos dudaban. El medio económico Bloomberg calculó el valor de estos intereses en 232 millones de yuanes (35,9 millones de dólares).
No obstante, el comunicado no menciona el reembolso de los intereses de otros bonos que también vencen el jueves. “Todavía estamos tratando de entender qué significa este pago para los otros bonos, pero imagino que querrán estabilizar el mercado y hacer otros pagos de cupones, dada la estrecha vigilancia”, dijo una fuente familiarizada con la situación que declinó ser identificada por no estar autorizada a hablar con los medios.
Este pacto supone un breve respiro para el promotor inmobiliario más grande del país, que emplea a 200.000 personas, tiene presencia en más de 280 ciudades y asegura generar 3,8 millones de trabajos indirectos en China.
Los analistas indican que también representa un alivio para los mercados, aunque solo a corto plazo. “Para que la confianza se convierta en algo más significativo, el mercado deberá avistar parte de los amplios planes de reestructuración de Evergrande”, dijo a Bloomberg Gary Dugan, jefe ejecutivo en Global CIO Office.
Fundado en los años 1990, Evergrande vivió un crecimiento frenético nutrido por un fuerte endeudamiento que ahora supera los 300.000 millones de dólares. La semana pasada, el grupo admitió estar “bajo tremenda presión” y reconoció la posibilidad de que no pudiera hacer frente a sus obligaciones.
La situación de Evergrande, con unos 1,4 millones de viviendas en construcción por entregar, generó protestas de clientes, proveedores e inversores con miedo a perder su dinero. Su presidente y fundador, Xu Jiayin, dijo a su plantilla esta semana que el grupo “podrá salir pronto de su momento más oscuro”.
La empresa contrató expertos para tratar de evitar el colapso y, según informaciones de Bloomberg, los reguladores estatales también enviaron un equipo de asesores para ayudar al grupo.
Los temores a una quiebra de Evergrande y un contagio a la economía china y mundial sacudieron las bolsas esta semana. La empresa está tan profundamente entrelazada con la economía china —desde los inversores minoristas hasta las empresas relacionadas con las infraestructuras que son un indicador de la demanda mundial de materias primas— que los temores de contagio han mantenido en vilo a los mercados financieros
Los analistas de Bespoke, con sede en Nueva York, escribieron el martes en una nota de investigación: “Ha habido bastante preocupación por la posibilidad de contagio”. “Pero hasta ahora esa preocupación no se está manifestando en partes de los mercados de crédito que en el pasado han servido de señales de alarma para crisis crediticias más amplias”
El director de investigación macroeconómica del Banco Asiático de Desarrollo, Abdul Abiad, aseguró que “las reservas de capital del sistema bancario de China son suficientemente fuertes para absorber un impacto, incluso del tamaño de Evergrande, si se produce”. Y añadió: “Eso garantiza una vigilancia cuidadosa porque el inmobiliario es un componente importante de la economía china (...) Si el sector inmobiliario se ve impactado, podría tener efectos para el conjunto de la economía china”.
(Con información de AFP y EFE)
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