Menos de una semana antes de las elecciones generales, el candidato socialdemócrata Olaf Scholz (SPD) parece decidido a ser el sucesor de Angela Merkel. En el último de los tres debates televisivos, el domingo por la noche, el actual ministro de finanzas mantuvo a distancia a su competidor y candidato oficial Armin Laschet (CDU).
Scholz explicó con seguridad su programa de gobierno, lo que terminó de confirma además la simpatía con los ecologistas. ¿Podrá haber una coalición entre ambos? Las elecciones legislativas del 26 de septiembre caminan hacia este encuentro partidaria. Los rojos socialistas y los verdes ecologistas dejaron esa sensación en el cruce de los tres candidatos a la cancillería, en los canales Pro Sieben, Sat 1 y Kabel Eins.
El debate fue esencialmente un partido de dos contra uno. Por un lado, Olaf Scholz y Annalena Baerbock (Verdes), que se apoyaron mutuamente. Y, del otro lado, Armin Laschet, el candidato de Merkel, que apareció a la defensiva con frecuencia, golpeado frente a cada ataque.
El ministro de Finanzas socialdemócrata saca ventaja de su imagen de oficial al mando del plan masivo de ayuda a la economía durante la pandemia, virtud que lo proyecta con gran solvencia para darle estabilidad al país, algo que inclinaría la balanza de los alemanes. Incluso, siendo un hombre de izquierda que practicó la una política fiscal conservadora bajo los órdenes de Angela Merkel. Esa credibilidad lo distingue de sus dos principales competidores.
El último round televisivo giró sobre los desafíos económicos y sociales. En estos temas, además, los socialdemócratas y los ecologistas tienen agendas similares. Ambos impulsan una mejora del salario mínimo, una suba de impuestos a la tributación de las rentas altas, medidas a las que se opone el conservador Laschet.
Cercanos, Baerbock y Scholz utilizaron estos temas de alta sensibilidad para dejar mal parado al candidato de Merkel. “Lo que importa es la dignidad de los ciudadanos, y eso es quizás lo que nos diferencia” , lanzó el socialdemócrata, mientras que la ecologista pedida no hacer “concesiones” a los ricos.
En un segundo espacio el cambio climático fue otro punto de fricción entre los candidatos. Punto importante luego de las duras inundaciones que sufrió el país. El gobierno de Merkel, y por transición lo que ocurría con la continuidad de Laschet, fue responsabilizado por no haber acelerado el cierre de las plantas de carbón, privilegiando a las nucleares. Mientras que está previsto clausurar la última central de carbón en 2038, el cierre nuclear será en 2022.
Las confirmaciones de lo que podría suceder en menos de una semana llegaron en los últimos minutos. “Mi preferencia, no es ningún secreto, sería gobernar con los Verdes”, admitió Olaf Scholz. Por su parte, Annalena Baerbock, no lo aclaro, aunque se mostró decidida a dejar al CDU de Merkel fuera de la Cancillería.
En la encuesta relámpago de Forsa inmediatamente después de los cruces televisivos, Scholz estuvo por delante, como en los dos debates televisivos anteriores: llegó al 42 por ciento, Laschet al 27 por ciento y Baerbock al 25 por ciento. Un resultado que proyecta lo que pueda ocurrir en tal esperado recambio.
Sin embargo, habrá que ver la decisión de Angela Merkel de intervenir directamente en la campaña. La Canciller tiene previsto aparecer tres veces esta semana junto al candidato de su partido: el martes un gran cita en Stralsund, a orillas del Báltico, el viernes en Múnich, en presencia del jefe de la CSU bávara, Markus Söder y finalmente, el sábado en Aix-la-Chapelle, la ciudad de Armin Laschet.
Aún primera en la lista de los políticos más populares del país, todos se preguntan si la actual Canciller, podrá torcer la intención de voto de estas últimas encuestas, suficientes intervenciones para ayudar a Laschet para que logre sucederla después de 16 años en el poder.
SEGUIR LEYENDO: