El boxeador Manny Pacquiao ha anunciado formalmente este domingo que será candidato a las elecciones presidenciales de Filipinas de 2022 por el Partido Democrático Filipino-Poder Popular (PDP-Laba), de izquierda, con la promesa de gobernar con “integridad, compasión y transparencia”.
“Soy un luchador y siempre seré un luchador dentro y fuera del ring”, ha afirmado Pacquiao durante el congreso nacional de su partido, celebrado en la ciudad de Quezon en la que se ha formalizado su nominación tras recibir el apoyo de una veintena de dirigentes regionales.
“A lo largo de mi vida jamás he retrocedido en un combate, por los principios, por el honor del pueblo. Me he levantado, me he puesto en pie y he luchado”, ha añadido, según recoge la cadena de televisión filipina ABS-CBN.
Pacquiao ha destacado su experiencia y su cercanía a los filipinos más pobres como parte de las cualidades que le harían un buen presidente.
“Aquellos que preguntan por nuestras aptitudes, ¿alguna vez has tenido hambre? ¿Sin comida? ¿Pidiendo prestado a un vecino o esperando las sobras de la cafetería?” ha argumentado. “¿Conocen la sensación de un filipino que pelea en el boxeo? ¿Vencer a un oponente que es más grande y más fuerte para comprar comida?”, ha planteado. “¿Saben de las dificultades por las que habéis pasado y saben de lo cansados que estáis?”, ha añadido.
El boxeador, muy popular por sus doce títulos en ocho categorías distintas de boxeo, ha prometido combatir la pobreza y la corrupción y ha advertido que la población “ha esperado demasiado para ver avances”. “Es hora de que ganen los oprimidos. Es hora de que nuestra gente, que ha caído en la pobreza, se recupere” ha afirmado.
El PDP se encuentra dividido entre los leales a Pacquiao y los leales al actual presidente filipino, Rodrigo Duterte, tras el duro enfrentamiento entre ambas facciones. De hecho, en los actos de Pacquiao se ha recuperado el emblema tradicional del partido con un pentágono y una mano tendida frente al conocido como “puño de Duterte”.
Pacquiao comenzó su carrera política en 2010 como diputado por la provincia de Saranggani. Tras dos mandatos, se presentó y ganó un escaño en el Senado, en 2016.
PELEA CON DUTERTE
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, y Manny Pacquiao, quienes fueron antiguos aliados, se encuentran enfrentados por el control del partido gobernante en Filipinas, que el año que viene celebra elecciones presidenciales.
La facción fiel a Pacquiao en el gobernante Partido Democrático Filipino-Poder del Pueblo (PDP LABAN) sustituyó, a fines de agosto, a Duterte como líder de la formación y expulsó de esta a tres de sus aliados en una decisión rechazada por el sector rival, que la calificó de “comedia”.
La escisión del partido es visible en internet, donde su página web aún mantiene la foto de Duterte como líder (chairman), mientras que las redes sociales de la formación están en manos del bando de Pacquiao.
“PDP LABAN nombra al senador Koko Pimentel como líder del Consejo Nacional (del partido)”, se puede leer en el perfil de la formación en Facebook.
La cuenta en Twitter del partido compartió un artículo que apoya a Pacquiao como próximo candidato presidencial en las elecciones previstas para mayo.
El secretario general del PDP LABAN, Melvin Matibag, del bando de Duterte, afirmó que “el senador Koko Pimentel no tiene ninguna posición en el PDP LABAN. Es irrelevante y no representa al partido”.
En este sentido, subrayó que “el presidente Rodrigo Roa Duterte es el presidente del partido PDP LABAN. Lo es ahora y lo seguirá siendo”, según un comunicado citado por la agencia filipina Philippine News Agency.
(con información de EP y EFE)
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