El cirujano ortopédico Graham Dickason descubrió los cuerpos sin vida de sus tres hijas el jueves pasado por la noche cuando llegó a su casa tras una jornada de trabajo en el Hospital Timaru. Su esposa Lauren, también médica, fue acusada de asesinato.
“¿Esto realmente está sucediendo?”, gritó desesperadamente Dickason sin poder creer lo que estaba observado. Así describieron los hechos sus vecinos, de acuerdo a lo que publicó The Mirror.
Graham, Lauren y sus tres hijas -las gemelas Maya y Karla, y su hermana Liane- se habían instalado en la casa de Nueva Zelanda hacía solo una semana debido a que antes cumplieron la cuarentena obligatoria en un hotel luego de llegar de Sudáfrica.
Daily Mail consignó que Lauren se quedó en silencio en el banquillo de los acusados del Tribunal del Distrito de Timaru después de ser acusada de asesinato. Se la veía abatida y angustiada pero no se declaró culpable. Fue trasladada a una unidad de salud mental hasta su próxima cita en el Tribunal Superior de Timaru, el próximo 5 de octubre.
La pareja, casada durante 15 años, había sido liberada de la cuarentena tras 14 días en un hotel. Siguiendo al periódico citado, los vecinos especularon que el estrés después de haber estado en cuarentena “durante tanto tiempo” podría haber ocasionado una crisis en Lauren.
“El primer ruido que escuchamos fue el de alguien sollozando, y luego escuchamos un ruido sordo como si alguien acabara de cerrar una puerta”, le dijo al diario local Stuff la vecina Jade Whaley .
“Pudimos ver a alguien a través de nuestra cerca deambulando detrás de la casa y llorando”, agregó.
Otra residente, Karen Cowper, describió haber escuchado a un hombre llorar y decir: “¿Esto realmente está sucediendo?”. Y siguió: “Le preguntamos si estaba bien. No nos respondió, continuó gritando y llorando‘’.
Un ex vecino de Sudáfrica, que no quiso ser identificado, agregó que la pareja estaba muy “agradecida” por sus hijos. “Adoraban absolutamente a esos niños. Estaban muy agradecidos por tenerlos porque lucharon mucho para que ella quedara embarazada y, cuando finalmente tuvieron a las niñas, las amaron‘’, dijo.
“Algo simplemente no cuadra. No sé si es el estrés de Nueva Zelanda, mudarse allí, estar en cuarentena durante tanto tiempo y todo, simplemente no hacer frente a eso...”, acotó.
Por su parte, la abuela de las niñas dijo que la familia estaba luchando por comprender lo que había sucedido. “En realidad, todavía no se ha asimilado. Estamos en un estado de shock terrible. Estamos devastados‘’, le dijo a Stuff.
En tanto, la ex niñera en Pretoria, Mendy Sibanyoni, expresó que no había nada en sus antecedentes que sugiriera una familia con problemas. Ambos padres habían “amado a sus hijos como a nadie”, dijo Mendy, a quien la señora Dickason había descrito en Facebook como un “ángel”.
Hace apenas cuatro meses, Lauren había rendido un amoroso homenaje público a su esposo en Facebook. “Feliz 15 aniversario de bodas. ¡Qué aventura!”, escribió.
“Realmente hemos creado una hermosa familia y lo pasamos muy bien juntos. Que los próximos años sean más bendecidos, más felices y que los niños nos dejen dormir“, había agregado.
El juez Dominic Dravitzki ordenó un informe bajo la Ley de Crímenes de Nueva Zelanda para determinar el estado de ánimo de la señora Dickason en el momento de los asesinatos.
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