El gobierno japonés afirmó que mostrará una defensa más resuelta y sólida sobre las islas Senkaku, que son reclamadas por el régimen chino como parte de su territorio, una situación que ha aumentado las relaciones bilaterales entre ambas potencias asiáticas.
“Frente a las acciones chinas hacia las islas Senkaku y otras partes del Mar de China Oriental, tenemos que demostrar que el gobierno de Japón defiende resueltamente nuestro territorio con el mayor número de buques guardacostas japoneses que el de China”, dijo el ministro de Defensa nipón, Nobuo Kishi, en entrevista con CNN.
Según subrayó, las islas Senkaku son indiscutiblemente territorio japonés y se defenderán como tal, por lo cual Tokio se enfrentará a cualquier amenaza china contra las islas barco por barco, y más allá si es necesario.
El gobierno ha ampliado sus Fuerzas de Autodefensa, con nuevos aviones de combate F-35 y convirtiendo buques en portaaviones, así como la construcción de nuevos destructores, submarinos y misiles. No obstante, reconoce que su presupuesto militar queda opacado por los fondos con los que cuenta el Ejército Popular de Liberación chino.
Las discusiones en torno a esta cadena rocosa deshabitada, ubicada a 1.900 kilómetros de Tokio, y más cerca de Shanghái, se remontan a varios siglos atrás, pero las tensiones se han incrementado con fuerza en los últimos años. Según Japón, solo este año los barcos de la guardia costera china han incursionado en las aguas territoriales japonesas 88 veces (entre enero y agosto), y circularon en la zona contigua más de 800 veces. Por su parte, China defiende las islas como “parte inherente” de su territorio y reafirma esa presunta soberanía con las patrullas y actividades.
“Hay acciones que siguen desafiando una parte integral del territorio soberano de Japón. Estas acciones lo están convirtiendo en un hecho consumado”, dijo Kishi a CNN.
Las tensiones bilaterales tienen más de un eje y otro punto clave es el avance de Beijing sobre la autonomía de Taiwán, algo que tiene a Tokio en estado de alerta. Kishi comentó que la situación debe vigilarse con un sentido de crisis, ya que “lo que está ocurriendo en Taiwán está directamente relacionado con Japón. El 90% de la energía que utiliza Japón se importa a través de las zonas que rodean a Taiwán”.
En ese sentido, se hace imperante revisar estratégicamente esa vulnerabilidad. “Lo que pueda ocurrir en Taiwán podría ser un problema para Japón, y en ese caso, Japón tendrá que dar la respuesta necesaria a esa situación”, dijo Kishi, aclarando que el camino es el diálogo y no la violencia.
No obstante, Japón continúa reforzando sus defensas militares en la zona y se apoya en su principal aliado, Estados Unidos, con quien tiene un tratado de defensa mutua. “Seguiremos realizando entrenamientos bilaterales con EEUU y multilaterales con otros socios para reforzar nuestra postura y contribuir a la paz y la estabilidad de esta región”, dijo Kishi, señalando que se han realizado o programado ejercicios navales con socios como Francia, el Reino Unido y Alemania.
SEGUIR LEYENDO: