El cofundador del movimiento talibán y ahora vice primer ministro de Afganistán publicó un mensaje de audio este lunes para decir que estaba vivo y desmentir rumores de que había muerto.
Abdul Ghani Baradar, que fue nombrado la semana pasada como número dos del mulá Mohammad Hasan Akhund, culpó a la “falsa propaganda” de los rumores de su muerte en un mensaje de audio publicado por los talibanes.
Las redes sociales habían enloquecido con especulaciones, especialmente en India, de que había fallecido en un tiroteo entre facciones talibanas rivales en el palacio presidencial.
“Ha habido noticias en los medios sobre mi muerte”, dice Baradar en el audio.
“Durante las últimas noches he estado fuera de viaje. Esté donde esté ahora mismo, estamos todos bien, mis hermanos y amigos”, asegura.
“Los medios siempre publican propaganda falsa. Rechazad con coraje estas mentiras. Les confirmo al 100% que no hay ningún problema”, agrega.
No fue posible autentificar el mensaje, pero se publicó en las cuentas oficiales de los talibanes, incluida la del portavoz de la oficina política del nuevo gobierno.
También se había rumoreado durante años con la muerte del líder supremo del movimiento, Hibatullah Akhundzada, antes de que el portavoz del grupo afirmara, dos semanas después de su toma del poder en Afganistán, que estaba en Kandahar.
Nuevo gobierno
En el poder desde mediados de agosto, dos décadas después de haber impuesto un régimen fundamentalista y brutal en Afganistán entre 1996 y 2001, los talibanes anunciaron el martes la composición de un gobierno interino.
Todos los miembros de este ejecutivo, dirigido por Mohammad Hasan Akhund, un ex colaborador cercano del fundador del movimiento, el mulá Omar, son talibanes. Y casi todos pertenecen a la etnia pastún.
Varios nuevos ministros, algunos de los cuales ya eran muy influyentes en el anterior régimen talibán, figuran en las listas de sancionados de la ONU. Cuatro de ellos pasaron por la cárcel estadounidense de Guantánamo.
Abdul Ghani Baradar, cofundador del movimiento, es vice primer ministro, y el mulá Yaqub, hijo del mulá Omar, titular de Defensa.
La cartera de Interior fue para Sirajuddin Haqqani, líder de la red Haqqani, la facción más violenta de los talibanes y calificada de terrorista por Washington.
Sin mujeres
Durante el anuncio del gobierno, el portavoz de los fundamentalistas, Zabihullah Mujahid, dijo que el gabinete “no estaba completo” y que intentarían “tomar gente de otras partes del país”.
Desde que llegaron al poder, los talibanes han querido mostrarse más abiertos y moderados, pero sus promesas no acaban de convencer y muchos temen que vuelvan a imponer el régimen fundamentalista de los años 1990, especialmente atroz con las mujeres.
En un comunicado, el líder supremo del movimiento, Hibatullah Akhundzada, afirmó que el gobierno “trabajará fuerte para defender las reglas del islam y la sharía”, la ley islámica, lo que aumentó la inquietud ante el temido régimen.
Pero el país que gobiernan ahora no es el mismo que hace dos décadas y los talibanes se ven confrontados a unas manifestaciones que no tenían lugar entonces.
(Con información de AFP)
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