El alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, el italiano Filippo Grandi, llegó este lunes a Kabul para evaluar la “grave” situación humanitaria en Afganistán, exacerbada desde la toma del poder de los talibanes.
”He llegado a Kabul esta mañana. Durante mi visita evaluaré las graves necesidades humanitarias y la situación de 3,5 millones de afganos desplazados”, dijo Grandi en la red social Twitter.
El máximo responsable de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) acompañó su mensaje de una fotografía, que ilustra su encuentro en el aeropuerto con oficiales del Gobierno interino de los fundamentalistas.
El portavoz de ACNUR en Kabul Nader Farhad explicó a Efe que aunque podía confirmar la llegada de Grandi a Afganistán, todavía no está clara su agenda o con quien se reunirá, y anotó que “estará durante dos o tres días” en la capital afgana.
En Afganistán 3,5 millones de personas viven como desplazados internos a causa de la violencia y de ellos medio millón han sido obligados a abandonar sus hogares en los últimos ocho meses.
Además, 2,3 millones de refugiados afganos viven en Pakistán e Irán, los dos países vecinos que han abierto las puertas a esta población durante los últimos cuarenta años de conflictos.
Grandi ya advirtió a finales del pasado agosto que, una vez finalizadas las dramáticas evacuaciones de emergencia tras la caída a mediados de agosto del Gobierno presidido por Ashraf Ghani, podría comenzar una crisis humanitaria mucho mayor.
La ONU, que sigue trabajando en Afganistán pese al vuelco en el poder, ha mostrado su preocupación a que se vulneren los derechos de mujeres y niñas, y ha llamado la atención sobre la inseguridad alimentaria en un país que además sufre una grave sequía que podría arruinar las cosechas.
Este lunes, Naciones Unidas busca en Ginebra un mayor consenso global para responder a la crisis afgana, primero en la sesión del Consejo de Derechos Humanos, que inaugura su 48ª sesión, y más tarde en una conferencia humanitaria donde espera recaudar al menos 606 millones de dólares para ayudar a once millones de personas, casi un tercio de la población afgana.
CRUZ ROJA
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha instado este lunes a la comunidad internacional a “interactuar” con los talibán para prevenir que la situación humanitaria se deteriore aún más en Afganistán.
”Creo que es necesaria una política de interacción con los talibán para prevenir que la situación siga empeorando”, ha aseverado en declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik.
Así, ha admitido que “esto podría resultar difícil y, como siempre ha ocurrido en semejantes situaciones, es fácil fracasar”. “El éxito y la estabilización siempre resultan más complicados, más difíciles, más comprometedores, más agobiantes, y en Afganistán pasará lo mismo”, ha aseverado.
En este sentido, ha señalado que la comunidad internacional no reconoce a las nuevas autoridades afganas, lo que “podría acentuar la crisis humanitaria y agravar la mala situación económica”.
”Estamos profundamente convencidos de que es importante interactuar porque la crisis es demasiado profunda y el peligro de desestabilización es real, no solo en Afganistán sino en toda la región”, ha afirmado el diplomático suizo.
Los talibán regresaron al poder en agosto tras dos décadas de intervención militar extranjeras en el país y han anunciado la composición de un nuevo gobierno interino. Sin embargo, casi la mitad de los miembros de este gabinete figuran en la lista del Comité de Sanciones de 1988 del Consejo de Seguridad de la ONU.
(con información de EFE)
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