El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, expresó este sábado su preocupación con el acuerdo de integración firmado entre Bielorrusia y Rusia el viernes y las maniobras binacionales Zapad-2021 que se celebran en ambos países.
“Para demostrar la seriedad de sus intenciones de integración en el marco de la Unión Estatal, anuncian deliberadamente no solo sus planes de integración en base a 28 programas, sino también de la creación de un espacio militar común”, dijo, citado por la agencia Unian.
Por ello, señaló, Ucrania debe “observar atentamente” las maniobras Zapad-2021, que entraron en su fase activa el viernes en los territorios de Rusia y Bielorrusia, con la participación de cerca de 200.000 efectivos, quince buques, unas 80 aeronaves, y hasta 760 unidades de armamento pesado.
“Los escenarios que se practican allí representan graves riesgos. Comprendemos que si Rusia absorbe a Bielorrusia de uno u otro modo, tendremos 1.000 kilómetros de peligro adicional para nuestra soberanía e integridad territorial”, alertó.
Estos ejercicios se extenderán hasta el próximo 15 de septiembre en polígonos de Rusia y Bielorrusia y la zona sur del mar Báltico.
Además, según informó el servicio de prensa del Distrito Militar Occidental de las Fuerzas Armadas de Rusia, en los ejercicios también participarán 500 uniformados de Armenia, la India, Kazajistán, Kirguistán, Mongolia, Pakistán y Sri Lanka.
Mientras la OTAN y la Unión Europea han expresado su preocupación por estos ejercicios celebrados cerca de sus fronteras, Moscú y Minsk aseguran que estos tienen un carácter “estrictamente defensivo”.
Según Kuleba, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, “intenta crear la impresión de que controla la situación”, pero es su homólogo ruso, Vladímir Putin, “quien realmente controla la profundidad de la integración”.
“Lukashenko aprendió a jugar con Rusia. En cada etapa de la integración ofrecerá cierta resistencia para intentar obtener condiciones adicionales”, señaló.
Los primeros ministros de Rusia, Mijaíl Mishustin, y Bielorrusia, Román Golovchenko, firmaron el viernes un paquete de documentos para la integración económica de ambos países en el marco de la Unión Estatal.
Los 28 programas aprobados incluyen la creación de mercados únicos en los ámbitos financiero y energético, y la armonización de las legislaciones impositivas, aduaneras y laborales, buscan crear un “espacio económico común”, según explicó Putin.
Ambos países se proponen también coordinar sus políticas agrícola e industrial, pero descartan por el momento crear una moneda única.
Además, Moscú y Minsk acordaron consensuar los principios de funcionamiento y regularización del mercado único de gas antes de julio de 2022 con el fin de que entre en vigor en diciembre de 2023.
El líder bielorruso, considerado el último dictador de Europa, rechazó la posibilidad de que Rusia pueda absorber a su vecino, aunque reconoció que si los pueblos de ambos países lo demandan, Moscú y Minsk profundizarán su integración política.
La oposición bielorrusa en el exilio se opone a la Unión Estatal, ya que considera que supondrá la pérdida de soberanía, temores que comparte Occidente.
El acuerdo de integración supone un espaldarazo para el régimen bielorruso, sometido a un profundo aislamiento debido a la represión de las pacíficas protestas antigubernamentales y el desvío forzoso en mayo pasado de un avión de Ryanair para detener a un periodista opositor.
(Con información de EFE)
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