La alcaldesa de París, la francoespañola Anne Hidalgo, anunció este domingo su candidatura a la elección presidencial de 2022 en Francia, en un intento de impulsar a los socialistas en unos comicios polarizados entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen.
“Humildemente (...) he decidido ser candidata a la presidencia de la República francesa”, dijo la socialista desde el puerto fluvial de Rouen (noroeste) y cuyas primeras palabras fueron para sus padres, inmigrantes españoles en Francia.
Durante su discurso de unos 20 minutos, cargó contra los cinco años de presidencia de Macron que, a su juicio, “dividió como nunca” a los franceses, “agravó” los problemas sociales y “dio la espalda a la ecología”.
Hidalgo, de 62 años, escogió Rouen para confirmar lo que era un secreto a voces: su intención de ser la candidata del Partido Socialista (PS). Otros de sus miembros, como el exministro Stéphane Le Foll, también dieron el paso.
Pese a ser elegida para un segundo mandato en París a mediados de 2020 asegurando que no optaría a la presidencia, esta política nacida en San Fernando (sur de España) dijo el martes en Montpellier (sur) que “nada” le impedía ya postularse.
Su candidatura se suma así a la larga lista de presidenciables de izquierdas, junto al izquierdista Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa), al ecologista Yannick Jadot, al comunista Fabien Roussel o al ex socialista Arnaud Montebourg, entre otros.
Pero a siete meses de la elección, ninguno lograría pasar a la segunda vuelta para hacerse con las llaves del Elíseo que, según los sondeos, mantendría el actual inquilino, el liberal Emmanuel Macron, tras derrotar en ballotage a Marine Le Pen (extrema derecha).
Sin embargo, esta inspectora de trabajo de formación, que en una entrevista reciente a Le Point se definió como “socialdemócrata, ecologista, feminista y republicana”, espera recuperar el terreno perdido del PS y atraer a los desencantados con Macron.
“Hidalgo sale de París”
Aunque el PS aún no escogió a su candidato, que deberá salir de un voto interno de sus miembros, Hidalgo aparece como la esperanza de los socialistas, cuyo presidenciable en 2017, Benoît Hamon, obtuvo el 6,36% de los votos pese a ser el partido en el poder.
Con un programa basado en la justicia social y en la ecología, la política socialista espera repetir el hito del conservador Jacques Chirac, quien en 1995 pudo recorrer los tres kilómetros que separan la alcaldía de París del Elíseo.
“Debemos transformar nuestro modo de vida, nuestra economía porque el planeta es nuestro único refugio y la única fuente de vida”, aseguró Hidalgo, famosa por su cruzada anticoches en París y que solo trazó a grandes rasgos su visión para Francia.
Sobre otro de sus temas predilectos, reiteró su deseo de que “las clases medidas, las categorías populares, los trabajadores precarios, los jóvenes, las personas con discapacidad recuperen la esperanza” gracias a una reforma de la educación.
Con entre un 7% y un 9% de intención de voto en los sondeos, Hidalgo debe intentar romper con su imagen de política capitalina y conquistar el resto del país, de las zonas rurales a ciudades medias, como demostró su reciente gira por Francia.
“Toda mi vida he desbaratado los sondeos. Hija de un obrero y de una costurera, sin haber estudiado en las ‘grandes escuelas’, no tenía ninguna posibilidad de convertirme en alcaldesa de París”, dijo en julio a la revista Paris Match.
“Hidalgo sale de París”, tituló el diario Le Journal du Dimanche, subrayando que “todo está pensado para adaptar su imagen a provincias”, como el hecho de rodearse de un equipo de campaña formando por alcaldes.
Tras su anuncio en Rouen, concederá una entrevista a las 20 (18 GMT) a la televisión pública France 2, al mismo momento que Le Pen en TF1.
Pero Hidalgo, nacida en 1959 en San Fernando (sur de España), está acostumbrada a los “retos” desde pequeña. “Un día mi profesora de segundo grado dijo mirándome: ‘No son las niñas españolas las que se convertirán en primeras de la clase’”, contó a Le Parisien. La pequeña Ana María, que se crió en Lyon (este) como Anne y obtuvo la nacionalidad francesa a los 14 años, se mudó en 1984 a París como inspectora de trabajo y diez años después se afilió el Partido Socialista (PS), donde progresó paso a paso.
Su gran salto a la política lo ejecutó en 2001 como mano derecha del entonces alcalde de París, el carismático Bertrand Delanoë. Trece años después, esta política prácticamente desconocida fuera de la capital se hizo con la alcaldía.
Y pasó a formar parte del selecto club de mujeres que dirigen las capitales de sus respectivos países, como Claudia López (Bogotá), Claudia Sheinbaum (Ciudad de México) o Virginia Raggi (Roma), actualmente.
La “rentrée” política en Francia aceleró la carrera presidencial que, sin embargo, sigue con varios interrogantes abiertos: Macron todavía no confirmó si será candidato y tanto Los Republicanos (derecha) como los ecologistas deben escoger a sus candidatos.
Otro es conocer si el polemista Éric Zemmour, famoso por su defensa de una identidad francesa y por sus críticas a la inmigración y al islam, optará al Elíseo, una candidatura que podría lastrar a Le Pen.
El sábado, Zemmour confirmó a France 2 su deseo de ser candidato y cuestionó la capacidad para ganar de la líder ultraderechista. Le Pen, por su parte, dijo que no le “preocupa” una eventual postulación del polemista, que en su opinión “no irá hasta el final”.
(Con información de AFP)
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