El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo jefe Rafael Grossi se encuentra en Teherán, anunció haber alcanzado este domingo un acuerdo con Irán sobre el material de vigilancia del programa nuclear, días después de haber denunciado una falta de cooperación por parte de los iraníes.
“Los inspectores del OIEA están autorizados a intervenir para mantener el equipo y reemplazar los discos duros”, informó la agencia de la ONU en un comunicado conjunto.
Grossi, que está realizando su segundo viaje a Irán este año y se reunió por primera vez con el nuevo jefe de la agencia nuclear iraní, Mohamad Eslami, se asegura así de que el plan de vigilancia del programa nuclear iraní podrá proseguir. El OIEA temía perder datos si se saturaba la capacidad de almacenamiento de sus herramientas.
Al respecto, Eslami explicó en rueda de prensa que “se decidió que los expertos del organismo vengan a Irán para reemplazar las tarjetas de memoria de las cámaras de vigilancia y tomar las medidas técnicas necesarias para las cámaras”.
Grossi afirmó por su parte que “la continuidad de las operaciones de los equipos de la agencia aquí (en Irán) es indispensable para ofrecer las necesarias garantías y la información al OIEA y el mundo de que todo está en orden”.
El director general del OIEA regresará a Teherán “en un futuro próximo para unas consultas de alto nivel”, precisó el comunicado, que insistía en la “cooperación y la confianza mutua de ambas partes”.
La visita se produjo días después de que se publicara un informe del OIEA en el que se acusaba a Irán de no cooperar suficientemente y precede a la reunión que mantendrá el Consejo de Gobernadores del OIEA a partir del lunes.
El director general del OIEA calificó de “positivas” sus primeras negociaciones con Eslami, quien asumió el cargo de jefe de la agencia atómica iraní el pasado 29 de agosto y quien tildó las conversaciones de “constructivas”
En virtud de una ley aprobada en diciembre por su Parlamento, Irán restringió en febrero el acceso de los inspectores del OIEA a algunas de sus instalaciones nucleares. Aún así, se alcanzó un compromiso para garantizar un cierto grado de vigilancia, pero este expiró en junio.
El nuevo acuerdo da un poco de aire a las grandes potencias, que intentan resucitar el acuerdo de Viena, que saltó por los aires cuando el expresidente estadounidense Donald Trump decidió sacar a su país del mismo y restablecer las sanciones contra la República Islámica.
En respuesta, Irán dejó de cumplir la mayoría de sus compromisos.
Los diálogos para revitalizar el pacto fueron aplazados el 20 de junio, dos días después de la victoria del presidente iraní Ebrahim Raisi, un ultraconservador.
(Con información de AFP y EFE)
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