Naciones Unidas ha reiterado su compromiso de permanecer en Afganistán para asistir a la población, aunque dicho empeño requiera interactuar con los talibán en materia de operatividad y seguridad.
“Nuestro compromiso con el pueblo de Afganistán implica que interactuemos con los talibán en las áreas operativa y de seguridad”, ha aseverado este jueves al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la representante especial del secretario general de la ONU para dicho país, Deborah Lyons.
Durante una sesión del órgano de seguridad, Lyons ha asegurado que la ONU mantendrá su presencia en el país asiático y ha refrendado la voluntad de la Organización de asistir al pueblo afgano en medio de la actual crisis humanitaria tras el ascenso al poder de los talibán, ha explicado Naciones Unidas en un comunicado.
Lyons, quien ha participado desde Kabul, ha explicado que la visita de esta semana del coordinador humanitario de la ONU, Martin Griffiths, ha allanado el camino para que prosigan las conversaciones con las autoridades afganas sobre la asistencia humanitaria a largo plazo, así como para preparar el terreno para la conferencia sobre Afganistán, que está previsto que se celebre el próximo lunes en Ginebra.
Ahondando en la actualidad afgana, la representante de Naciones Unidas ha lamentado que el nuevo Gobierno talibán está conformado en su totalidad por hombres, muchos de ellos presentes en la “lista de sanciones” de la ONU, incluido el primer ministro, el mulá Mohammad Hasán Ajund.
“El Consejo deberá de decidir qué medidas tomar al respecto y el impacto que éstas tendrán en la interacción futura”, ha afirmado Lyons a los integrantes del máximo órgano de seguridad de la Organización.
Respecto a la ayuda humanitaria, ha agregado que el alivio a la crisis no puede esperar las decisiones políticas que relacionadas con el levantamiento de las sanciones al país, puesto que millones de afganos necesitan ayuda desesperadamente y la precisan con urgencia, y más aún con el congelamiento de los miles de millones de dólares de los fondos internacionales de asistencia.
Estas ayudas han sido bloqueadas para que el Gobierno talibán no pueda acceder a ellas, sin embargo, esta decisión “causará inevitablemente una crisis económica que empujará a muchos millones de personas más a la pobreza y el hambre, generará una crisis masiva de refugiados afganos y retrocedería varias generaciones los logros de los últimos años”, ha lamentado Lyons.
Por estos motivos, ha instado a que se alcance una solución rápida que permita que el dinero fluya hacia Afganistán para evitar que la economía del país colapse por completo, pero que a la vez dichos recursos sean empleados donde efectivamente son necesario y no para el beneficio de las nuevas autoridades.
Con respecto a la situación de los enviados y las instalaciones de la ONU sobre el terreno afgano, Lyons ha detallado que por el momento se han respetado estos enclaves, pero se ha mostrado preocupada por los crecientes incidentes de acoso e intimidación hacia los trabajadores locales.
“La ONU no puede hacer su trabajo, tan esencial para los afganos, si su personal es intimidado, teme por su vida y no se puede mover libremente”, ha denunciado la representante de la Organización, quien ha aprovechado la ocasión para exigir a los talibán y la comunidad internacional que garanticen su seguridad para que continúe con su labor de socorro.
Finalmente, Lyons ha aseverado que el pueblo afgano es el menos responsable de la crisis que atraviesa la nación, aunque sí está siendo el más afectado. “Es claro que el pueblo de Afganistán sigue necesitando de este Consejo y de la comunidad internacional”, ha zanjado.
(Con información de Europa Press)
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