Turquía ordenó el arresto de 214 militares y ex militares sospechosos del fallido golpe de Estado de 2016

La mayoría fueron dados de baja de las fuerzas armadas tras el intento golpista, pero 44 eran miembros en activo. El de mayor rango era un coronel

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Soldados sospechosos de estar involucrados
Soldados sospechosos de estar involucrados en el intento de golpe son escoltados por policías cuando llegan a un juzgado en la ciudad turística de Marmaris, Turquía, el 17 de julio de 2016 (REUTERS/Kenan Gurbuz/archivo)

Fiscales de Turquía emitieron órdenes de detención para 214 militares y ex militares por sus supuestos vínculos con un intento golpista en 2016, informó el martes la agencia noticiosa estatal.

La operación se extiende a 41 de las 81 provincias del país y también hay detenidos en la República Turca del Norte de Chipre (RTNC), solo reconocida por el Gobierno turco, informó la agencia semipública Anadolu.

La mayoría de los sospechosos fueron dados de baja de las fuerzas armadas tras el fallido golpe de Estado, pero 44 eran miembros en activo. El sospechoso de mayor rango era un coronel. Entre los sospechosos también hay un teniente coronel, siete capitanes, siete tenientes y cinco sargentos.

Turquía aún realiza de manera regular arrestos multitudinarios de supuestos simpatizantes de Fethullah Gülen, un ex imam al que Ankara acusa de planear el intento golpista, en el que 251 personas perdieron la vida. Gulen, quien ha vivido en la zona rural de Pensilvania desde 1999, rechaza cualquier acusación en su contra.

Fethullah Gülen, el ex imam
Fethullah Gülen, el ex imam al que Ankara acusa de planear el intento golpista. (REUTERS/Charles Mostoller/archivo)

Turquía ha designado su organización como un grupo terrorista, al cual ha llamado Organización Terrorista Fethullahista o FETO.

Hasta 2013 Gülen había sido un estrecho aliado del gobernante partido Justicia y Desarrollo (AKP, islamista y conservador) del actual presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.

El gobierno declaró un estado de emergencia después del golpe fallido.

Desde entonces, unas 4.900 personas han sido sentenciadas a prisión, incluyendo alrededor de 3.000 con condenas de cadena perpetua.

Tras la fallida asonada, cuyos máximos dirigentes militares nunca han confesado públicamente su adhesión a Gülen, el Gobierno turco lanzó amplias purgas en la administración pública y el sector educativo, donde despidió a más de 130.000 empleados y detuvo a más de 100.000 personas.

Unas 50.000 personas, la inmensa mayoría civiles, pasaron a prisión preventiva.

(Con información de AP y EFE)

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