Las autoridades sanitarias españolas dicen que el intercambio de dos bebés en una maternidad hace casi 20 años se debió a un error humano. El hecho salió a la luz cuando una de las ahora adolescentes descubrió por casualidad a través de una prueba de ADN que no era hija de sus supuestos padres.
“Fue un error humano y no hemos podido concluir quién fue”, dijo Sara Alba, jefa de Salud de la región norteña de La Rioja en conferencia de prensa el martes.
“Los sistemas con que se contaban antes eran diferentes y no estaban tan informatizados como los de ahora”, se excusó Alba, y aseguró que no volverá a suceder.
El intercambio se produjo en el antiguo Hospital San Millán de Logroño en el año 2002 cuando las niñas nacieron con cinco horas de diferencia. Las dos estaban en incubadoras porque su peso estaba por debajo de lo normal.
El descubrimiento fue pura casualidad. En el año 2017, la abuela de una de las niñas denunció por alimentos al padre de su nieta, y éste se negó alegando que la niña no era realmente su hija. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Logroño pidió una prueba de ADN, que confirmó que el hombre no era el padre biológico.
En ese proceso se constató que la adolescente -que en ese momento tenía 15 años- tampoco era hija biológica de la mujer a la que consideraba su madre, y en 2018 reclamó la averiguación de su identidad basándose en el principio de veracidad biológica. Jamás conocerá a su madre biológica, ya que murió en el año 2018. Ahora, está a la espera de conocer los resultados de ADN de su supuesto padre biológico, que no objetó a someterse a una prueba que se remitió al Instituto Nacional de Toxicología en enero de 2021.
Ahora de 19 años, la joven que descubrió que la habían entregado a quienes no eran sus padres ha demandado a las autoridades locales por 3 millones de euros (3,5 millones de dólares).
Alba afirmó que las autoridades están “profundamente volcadas en resolver la reclamación patrimonial solicitada y con absoluto respeto a los procedimientos judiciales y con la máxima colaboración con la Justicia”.
“Estamos a disposición de la familia para dar el apoyo necesario que pueda necesitar, manteniendo la confidencialidad y el respeto que requieren este tipo de situaciones”, señaló.
También reiteró que “garantiza que esta situación no puede volver a suceder”, ya que “han cambiado los sistemas de identificación en estos años y los procedimientos son seguros y fiables”.
En 2002, se realizaba una ficha personal con huella digital que luego se modificó con huella plantar. Ahora, además, se utiliza una muestra de sangre extraída del cordón umbilical.
“Es importante destacar que estos procedimientos actuales permiten afirmar que sería imposible que algo así, a día de hoy, volviera a ocurrir”,
La jefa de Salud habló después que el diario local La Rioja publicó una nota sobre el hecho. Se informó a la otra mujer sobre el error cometido, reveló el diario. No se identificó públicamente a ninguna de las dos.
(Con información de AP)
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