Estranguló y mató a su amante en medio de un juego sexual y fue sentenciado sólo a cuatro años de cárcel

Un hombre fue sentenciado a cuatro años de cárcel después de que asesinara presuntamente por accidente a su amante en medio de un juego sexual.

Sam Pybus, de 32 años, sostuvo una relación clandestina con Sophie Moss, de 33 años, durante años. Todo terminó en tragedia debido a un supuesto exceso durante su último encuentro.

Esa noche Pybus esperó hasta que su esposa se fuera a la cama antes de enviar un mensaje a su amante secreta para concretar con ella una cita. Después, fue hasta su casa donde tuvieron relaciones sexuales, pero durante el coito la estranguló tan fuerte y por tanto tiempo que terminó matándola.

De acuerdo con el informe de la policía, el hombre no le dio los primeros auxilios al verla inconsciente, sino que se refugió en su vehículo por lo menos por 15 minutos mientras decidía qué hacer.

Finalmente optó por conducir hasta una estación de policía y le dijo al personal que creía que había estrangulado hasta la muerte a su pareja.

Cuando los oficiales fueron a revisar la vivienda de Moss, la encontraron inconsciente y aunque la trasladaron de urgencia al hospital, los médicos no pudieron salvarla.

El lunes 6 de septiembre, Pybus recibió sentencia condenatoria en una corte de Reino Unido, una pena de cuatro años y ocho meses de prisión pero con posibilidad de libertad anticipada al cumplir la mitad de la condena.

Los cargos iniciales fueron de asesinato, pero se le permitió declararse culpable de un cargo menor de homicidio accidental debido a la falta de pruebas de que tenía la intención de dañar gravemente a Moss

Ella había aceptado que él aplicara “presión leve” en su cuello durante las relaciones sexuales en el pasado, escuchó el tribunal.

Pero los activistas aún criticaron la sentencia por ser demasiado indulgente y promovieron un cierre del vacío legal del “sexo duro” que ha permitido a los abusadores obtener sentencias reducidas al afirmar que sus víctimas consintieron en los ataques.

“Esta sentencia baja muestra exactamente por qué era tan importante prohibir la defensa del llamado ‘sexo duro’. Esta defensa ha sido utilizada habitualmente por hombres que han matado a mujeres para obtener una sentencia más baja”, dijo a prensa local Teresa Parker, de Women’s Aid.

Parker sostiene que el 45% de los casos en los que un hombre mata a una mujer durante un acto sexual se afirma por parte del agresor que existía un “consentimiento para la gratificación sexual” de la víctima, una defensa que suele ser efectiva para lograr sentencias más bajas.

“Cuatro años y ocho meses para la vida de una mujer envía un mensaje aterrador a las mujeres que viven con parejas violentas y abusivas”, dijo Parker. “Con un promedio de tres mujeres asesinadas por parejas actuales o anteriores cada quince días en el Reino Unido, este cambio reciente a la ley no podría ser más vital y este debe ser uno de los últimos casos que vemos como este”.

Pybus había tenido una relación con Sophie a espaldas de su esposa durante tres años. Los amantes se reunían alrededor de seis veces por año para tener relaciones sexuales.

De acuerdo a lo que conoció la corte, la noche de los hechos, el 7 de febrero de este año, él arregló para ir a la casa de Moss en Darlington (Inglaterra), después de haber bebido unas 24 botellas de cerveza.

“Su esposa se había ido a la cama alrededor de las 10:30 p.m. y el acusado se quedó abajo. Se puso en contacto con Sophie Moss para ir a su apartamento y concertar una relación sexual con ella. A las 4:47 de la madrugada, el acusado entró en la comisaría de policía de Darlington después de haber ido en su coche desde el apartamento de Sophie. Les dijo que creía que la había estrangulado, pero que no estaba seguro de que estuviera respirando”, afirmó Richard Wright, el fiscal del caso.

Wright precisó que los agentes de policía encontraron a Moss desnuda e inconsciente y que todos los esfuerzos por reanimarla tanto en la escena del crimen como en el hospital no tuvieron éxito, por lo que finalmente fue declarada muerta.

Pybus, de Middleton St George, Darlington, le dijo a la policía que no podía recordar lo que sucedió, pero dijo que tenía las manos doloridas, lo que sugiere que la había estrangulado.

Sophie vivía sola en el momento de su muerte. Era madre de dos hijos de cinco y seis años.

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