Las autoridades de Libia han anunciado la liberación de Saadi Khadafi, hijo del fallecido líder libio Muamar Khadafi, que habría abandonado el país tras su puesta en libertad.
Así lo ha confirmado el Gobierno en un comunicado en el que ha precisado que el tercer hijo de Khadafi ha sido liberado “dos años después de que se tomara la decisión de ponerlo en libertad”. Khadafi ha sido entregado a su familia, han agregado las autoridades, aunque la prensa local apunta a que inmediatamente tras su liberación ha sido trasladado a Estambul en avión, recoge Alwasat. No obstante, su destino final sería Egipto, donde reside su madre.
La Administración libia ha reafirmado en el comunicado “su compromiso de liberar a los presos que siguen detenidos sin disposiciones legales” para avanzar en el camino de la reconciliación nacional.
También el primer ministro libia, Abdul Hamid Dbeibé, ha indicado a través de su cuenta de Twitter que Libia “no puede avanzar sin lograr la reconciliación o establecer un Estado sin lograr justicia”, por lo que Khadafi ha sido liberado siguiendo las órdenes de la Fiscalía.
El hijo de Khadafi huyó a Níger en 2011 tras el levantamiento que se inició en el país y que resultó con la captura y la muerte de su padre, aunque en 2014 fue extraditado de vuelta a Libia, donde ha permanecido encarcelado desde entonces. Había sido acusado y finalmente absuelto de los cargos de “asesinato, engaño, amenazas, esclavitud y difamación del exjugador Bashir Rayani”.
La liberación de Khadafi se produce unos días después de que su hermano, Saif al Islam, contra quien pesa una orden de arresto por parte de la Fiscalía, anunciara su intención de concurrir en las próximas elecciones presidenciales convocadas en Libia el próximo 24 de diciembre.
El país africano está sumido en la incertidumbre desde la caída de Khadafi en 2011, aunque cuenta desde marzo con un nuevo Gobierno de unidad tras un proceso de conversaciones para unificar las administraciones enfrentadas, después de que las autoridades asentadas en Trípoli, reconocidas internacionalmente, repelieran el año pasado la ofensiva lanzada por el general Jalifa Haftar, aliado de las autoridades orientales, y tras un proceso de conversaciones que incluyeron un acuerdo de alto el fuego.
Está previsto que se celebren elecciones el próximo 24 de diciembre.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes por la que el Gobierno interino, junto con el Parlamento en Tobruk, controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio, y por otro lado se encuentra el Gobierno de Acuerdo Nacional, avalado por la ONU y liderado por Abdul Hamid Dbeibé, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
EL HIJO FUTBOLISTA
Al Saadi, de 47 años, era conocido como el “hijo futbolista” del tirano: además de jugar en el principal equipo de la capital y ser el capitán de la selección entrenó con varios equipos de la Serie A de la Liga italiana, y jugó dos partidos, uno con el Peruggia frente a la Juventus de Turín en la temporada 2003-2004, y otro con el Udinese frente al Cagliari en la temporada 2005-2006.
Asimismo ficho por una temporada con la Sampdoria, pero no llegó siquiera a debutar antes de regresar a su país para lidera el Al Ahly Trípoli.
En su país fue acusado de amañar diversos partidos y de estar detrás del incidente entre los dos principales equipos de Libia, que desató una violenta represión y llevó a Al Khadafi a ordenar la destrucción del estadio de Bengazi, segunda ciudad del país.
En 2006, Al Saadi -que denunció torturas durante su encarcelamiento- impulsó un proyecto para crear una ciudad semiautónoma similar a Hong Kong en Libia, que se convertiría en un centro educativo, médico, bancario y de alta tecnología, que no requeriría visas para ingresar, con tolerancia religiosa y leyes comerciales de “estilo occidental”.
(con información de EP y EFE)
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