Tesla, la empresa de Elon Musk, está en este momento en busca de profesionales para incorporar a su planta de trabajo. Con el objetivo de reclutar candidatos se llevó a cabo hace unos días el “AI Day”, en el que el fundador de la empresa mostró los avances que vienen haciendo en el campo de la inteligencia artificial. Este evento llevó a Jason Aten, especialista en tecnología e innovación que escribe para la revista Inc., a recordar un Tweet en el que Musk explica cuáles son las 4 características que espera encontrar en sus futuros empleados, y a escribir una columna explicando cada una de las cualidades pretendidas.
Si bien uno se podría imaginar que la cuestión giraría en torno a la experiencia laboral en el campo de la ingeniería y a los títulos universitarios en este campo o similares, el magnate sorprendió con una lista de cosas que a simple vista parecen más sencillas pero que puede que sean más difíciles de encontrar.
El pedido de Musk se concentró en cuatro rasgos relacionados más con capacidades humanas que técnicas. Concretamente, estas son: “una ética de trabajo súper dura, talento para construir cosas, sentido común y confiabilidad”. La razón para priorizar estas por sobre conocimientos técnicos es que, según Musk, “el resto lo podemos entrenar”. En este sentido, el dueño de una de las empresas más innovadoras del mundo entiende que las características relacionadas con el carácter humano de las personas son una prioridad al no ser fácilmente modificadas; en contraste con el resto de las cosas que pueden aprenderse.
Una ética de trabajo “super dura”
Aten entiende que en este punto Musk se refiere a que necesita gente que esté 100% dedicada a su trabajo, que trabaje con intensidad y que brinde los resultados esperados. Por esto no se refiere, y asume que Musk tampoco, a que estas personas deberían trabajar de más ni ser explotados laboralmente, sino que deben ser personas que estén “dispuestas a sumergirse de lleno y trabajar por el objetivo común de la empresa”. Es de esperar que una empresa del tamaño y nivel de Space X -o cualquiera de las manejadas por Elon Musk- pretenda de sus trabajadores un nivel de compromiso y de esfuerzo elevado.
Talento para construir cosas
Si bien es probable que Musk se haya estado refiriendo literalmente a la habilidad de construir objetos, ya que en ese momento buscaba gente para que trabaje en la cadena de producción de sus cohetes, Aten no cree que “esta cualidad se limite al ensamblaje manual”. Entiende que también puede tener que ver con la habilidad de elaborar planes, muchas veces partiendo de la nada, y lograr los objetivos de la empresa. “Como empresario, construir cosas es una de tus funciones más importantes. Rodearse de otras personas con un talento similar significa que puedes multiplicar tus esfuerzos”, escribió Aten.
Sentido común
Si bien parece lo más lógico decir que hace falta contratar gente que tenga sentido común, “el problema es que suele ser un bien escaso y muy difícil de enseñar. Incluso se podría argumentar que el sentido común, por desgracia, no es muy común”, afirma Aten. El sentido común es de vital importancia para un empleador ya que es indispensable para que el equipo de trabajo tome buenas decisiones, y, por ende, para poder delegar tranquilamente el trabajo. El especialista en tecnología lo pone en los siguientes términos: “Como directivo, usted cuenta con que su equipo tome buenas decisiones, aunque usted no esté presente. Eso significa reconocer que el sentido común es a menudo más valioso que cualquier habilidad particular”.
Confiabilidad
Este último aspecto se refiere a que es importante priorizar el carácter de una persona por sobre su nivel de calificación académica, debido a que, según Aten, “el buen carácter es quizá la cualificación más importante”. “Contratar a alguien que no es digno de confianza, sólo porque tiene un título de lujo o experiencia es un error. Incluso cuando hay mucho trabajo que hacer, casi siempre se acaba pagando más a largo plazo cuando hay que arreglar los problemas que causan”, agregó Aten. De esta forma, el autor coincide con Musk en que si una persona no es de confiar no puede ser una buena incorporación para la empresa.
Cabe destacar el final de la frase de Musk, “el resto lo podemos entrenar”. Con esto el emprendedor que supo ser el hombre más rico del mundo por unos meses a principios de este año muestra su convicción de que, a diferencia de las cuestiones que tienen que ver con el carácter humano de las personas, los conocimientos técnicos se pueden adquirir y perfeccionar. Es por esto que prioriza este tipo de aptitudes a la hora de seleccionar a su personal.
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