La embajada de Estados Unidos en Kabul pidió a todos los ciudadanos de su país dejar de inmediato el área del aeropuerto.
“Debido a una específica, creíble amenaza, todos los ciudadanos estadounidenses en las cercanías del aeropuerto de Kabul (...) deben dejar inmediatamente el área del aeropuerto”, dijo la embajada de Estados Unidos en Afganistán.
En su alerta, la sede diplomática notó la amenaza “al portón Sur (del aeropuerto), el nuevo Ministerio del Interior y el portón cercano a la estación (petrolera) Panjshir Petrol en el lado noroeste del aeropuerto”.
Estados Unidos advirtió el sábado de una “creíble amenaza” cerca del aeropuerto de Kabul e instó a sus ciudadanos a salir de la zona días después de un mortal ataque contra afganos que trataban de huir de los talibanes.
Más temprano el presidente Joe Biden, adelantó que la situación sigue siendo muy peligrosa tras el ataque del jueves pasado, en el que murieron más de 100 personas, incluidos 13 soldados estadounidenses.
El mandatario norteamericano aseguró que es muy probable que el ISIS-K vuelva a atentar contra el aeropuerto de Kabul en las próximas 24 o 36 horas
“La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta”, escribió el presidente de Estados Unidos en un comunicado tras reunirse con sus asesores militares y de seguridad. “Nuestros comandantes me informaron que era muy probable que se produjera un ataque en las próximas 24 a 36 horas”, agregó.
Según confirmó el Pentágono, los restos de 13 soldados estadounidenses muertos en un atentado suicida perpetrado el jueves pasado por la filial afgana del grupo Estado Islámico, conocida como ISIS-K, ya están en vuelo a Estados Unidos. Su viaje marca un momento doloroso en una guerra estadounidense de casi 20 años que costó más de 2.400 vidas de militares estadounidenses y que está terminando con el regreso al poder de un movimiento talibán que fue derrocado cuando las fuerzas estadounidenses invadieron en octubre de 2001.
El mandatario hizo esas declaraciones después de reunirse con su equipo de seguridad nacional, compuesto por generales y miembros de su Gobierno. Explicó que ha pedido a los altos cargos militares en Afganistán que tomen “todas las medidas necesarias” para proteger a los soldados mientras continúan su misión para evacuar a ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos antes de la retirada definitiva, fijada para el 31 de agosto. Al respecto, prometió que EE.UU. continuará con su misión de evacuación pese a la “traicionera” situación en Afganistán.
“Los 13 miembros del servicio que perdimos fueron héroes que hicieron el máximo sacrificio al servicio de nuestros más altos ideales estadounidenses y mientras salvaban las vidas de otros. Su valentía y abnegación han permitido que más de 117.000 personas en peligro estén a salvo hasta ahora. Que Dios proteja a nuestras tropas y a todos los que hacen guardia en estos días peligrosos”, afirmó en el comunicado el mandatario norteamericano.
Este sábado, además, el Pentágono dio a conocer los nombres de los 13 muertos: 11 marines, un marinero de la Marina y un soldado del Ejército. Doce de ellos tenían 20 años; algunos habían nacido en 2001, el año en que comenzó la guerra más larga de Estados Unidos. El mayor tenía 31 años. Las 13 víctimas son los primeros miembros del servicio estadounidense muertos en Afganistán desde febrero de 2020, el mes en que la administración Trump llegó a un acuerdo con los talibanes en el que el grupo militante detuvo los ataques contra los estadounidenses a cambio de un acuerdo de Estados Unidos para retirar todas las tropas y contratistas para mayo de 2021.
(Con información de EFE)
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