El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha instado a los países que aún no han ratificado el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE) a que lo hagan “sin demora” pues ya han causado “enormes daños” ambientales y a la salud.
“Las pruebas nucleares han causado enormes daños ambientales y terribles consecuencias para la salud de las personas que viven en las zonas afectadas. Es hora de prohibir todas las pruebas nucleares, realizadas por cualquiera y en cualquier lugar. No hay excusa para retrasar la consecución de este objetivo”, ha publicado Guterres en sus redes sociales.
Esta petición se da cuando se celebra el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, una fecha que marca el 30 aniversario del cierre del espacio de pruebas nucleares de Semipalatinsk, en Kazajistán, el emplazamiento más grande de este tipo en la antigua Unión Soviética, según recoge Naciones Unidas en una nota de prensa.
El mandatario ha recordado que este tipo de prácticas ha causado a lo largo de la historia un enorme sufrimiento humano y un gran daño ambiental. Muchas personas tuvieron que ser reubicados de sus tierras, “perturbando sus vidas y sus medios de subsistencia”, a la par que se destruyeron entornos y ecosistemas, “lo que llevará décadas, si no siglos, para sanar”.
El cierre del espacio kazajo para el ensayo de pruebas nucleares marcó el final de la era de estas pruebas sin restricciones, y poco tiempo después diversas naciones comenzaron a negociar el TPCE, que prohíbe las pruebas de armas nucleares explosivas “en cualquier lugar, por cualquier país”.
El TCPE fue puesto en marcha en 1996 y hasta la fecha lo han firmado 185 y ratificado 170 países, incluidos tres estados poseedores de armas nucleares. Sin embargo, Naciones Unidas pide que sea firmado y ratificado por otros 44 países que disponen de tecnología nuclear.
Y es que, aunque la normativa contra los ensayos nucleares ha ido desarrollándose a lo largo de las tres últimas décadas, Guterres ha lamentado que no se haya aprovechado todo el potencial del TPCE ya que a pesar de aceptación casi total, aún no ha entrado en vigor.
“Insto una vez más a los Estados que aún no han ratificado el tratado a que lo hagan sin demora. Ocho Estados cuyas ratificaciones son necesarias para que el Tratado entre en vigor tienen una responsabilidad especial. Al mismo tiempo, todos los Estados deben mantener o implementar moratorias sobre explosiones nucleares”, ha añadido el secretario general de la ONU.
Finalmente, Guterres ha reivindicado este Día Internacional contra las Pruebas Nucleares como una “oportunidad” para reafirmar el compromiso mundial de “prohibir todas las pruebas nucleares, realizadas por cualquier personas y en cualquier lugar”. “No hay excusa para retrasar el logro de este objetivo”, ha zanjado.
CONCIENTIZACIÓN DEL PELIGRO DE LAS ARMAS NUCLEARES
El mundo aún no está lo suficientemente concienciado sobre el peligro de las armas atómicas, por lo que el rechazo a los ensayos nucleares llegará con otras generaciones, consideró Robert Floyd, el secretario ejecutivo de la Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBTO), durante una visita a Kazajistán.
”Como parte de mi visita a Kazajstán, visité el campo de pruebas nucleares de Semipalatinsk, donde de 1949 a 1963 se llevaron a cabo al menos 468 pruebas nucleares, con una potencia equivalente a 2.500 bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima”, dijo Floyd durante una rueda de prensa con ocasión del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, que se celebra el 29 de agosto.
El CTBTO, un organismo del sistema de Naciones Unidas con sede en Viena, cuenta con más de 300 estaciones científicas de observación, repartidas por todo el planeta, para detectar cualquier explosión atómica. Estas instalaciones detectan explosiones atómicas subterráneos o atmosféricas a través de mediciones sísmicas, hidroacústicas, de infrasonidos o de partículas radiactivas.
Floyd, quien asumió el cargo este agosto en sustitución de Lassina Zerbo, recordó que las pruebas nucleares efectuadas en Semipalatinsk durante varias décadas provocaron muchas tragedias humanas y vastas áreas quedaron afectadas por la contaminación radiactiva.
El secretario ejecutivo del CTBTO señaló que en su país natal, Australia, también se llevaron a cabo pruebas nucleares por lo que algunas islas quedaron sumergidas bajo el agua.
Pese al cierre del polígono de Semipalatinsk por iniciativa de las autoridades kazajas hace ahora 30 años, el impacto negativo de las pruebas que se llevaron a cabo en ese campo aún se sigue notando. Como consecuencia de los ensayos nucleares, en la zona afectada aumentaron los casos de enfermedades oncológicas y grandes territorios quedaron fuera de uso útil por contaminación.
Bajo el mandato del primer presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, el mayor país de Asia Central renunció a todas las armas nucleares de la era soviética, destruyó el campo de pruebas de Semipalatinsk y se unió al Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares.
(con información de EP y EFE)
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