El terrorista suicida que mató a más de 170 afganos y 13 militares estadounidenses en el aeropuerto de Kabul llevaba casi 12 kilos de explosivos cargados con metralla, dijo el viernes un funcionario estadounidense.
La enorme cantidad de explosivos y el rocío de metralla crearon una explosión tan grande que mató a las tropas estadounidenses que estaban dentro de la puerta del aeropuerto, así como a las tropas y afganos que se encontraban afuera, dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato para discutir las evaluaciones preliminares del bombardeo.
Los atacantes suicida suelen llevar entre dos y cinco kilos de explosivos.
Según los funcionarios, el terrorista llegó a varios metros de la puerta del aeropuerto de Kabul, donde los afganos estaban apiñados como parte de la caótica evacuación en curso de Afganistán.
Efectivamente, el Pentágono confirmó esta mañana que hubo una única explosión fuera del aeropuerto Kabul, y no dos como había informado el jueves.
El subdirector de Logística del Estado Mayor de EEUU, el general Hank Taylor, dijo en una rueda de prensa que finalmente no creen que hubiera un segundo estallido “en o cerca” del Hotel Baron, próximo al aeropuerto.
“Por tanto, solo hubo un único suicida con una bomba”, indicó Taylor, quien agregó que todavía no están seguros de cómo se cometió este error de información, pero que posiblemente se produjo en medio de “la confusión durante unos eventos dinámicos”.
El jueves, el jefe del Comando Central de EEUU (CENTCOM), general Kenneth McKenzie, informó poco después del atentado que se habían producido dos explosiones llevadas a cabo por dos suicidas del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) con chalecos de explosivos.
Según McKenzie, un estallido había tenido lugar en uno de los accesos del aeropuerto de Kabul, la llamada Abbey Gate, y el otro cerca del Hotel Baron. McKenzie apuntó que las deflagraciones estuvieron seguidas de un ataque armado de miembros del ISIS en la zona.
La rama del ISIS en Afganistán ha reivindicado la autoría del atentado del jueves que, de acuerdo a una fuente oficial afgana, mató a al menos 170 personas, mientras que otras 200 resultaron heridas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el jueves “perseguir” a los autores de los atentados suicidas con bomba en Kabul. “Para aquellos que ejecutaron este ataque, así como para cualquiera que le desee daño a Estados Unidos, sepan esto: no perdonaremos. No olvidaremos. Los perseguiremos y los haremos pagar”, dijo.
En un discurso solemne a la nación desde la Casa Blanca, Biden llamó “héroes” a los militares estadounidenses abatidos y dijo que la misión de evacuación de Kabul continuará hasta el próximo martes, cuando se prevé la retirada final de las tropas militares de Estados Unidos.
Biden ratificó también que no moverá esa fecha límite del 31 de agosto para completar la salida de Afganistán tras dos décadas de guerra. “No seremos disuadidos por terroristas. No les permitiremos detener nuestra misión. Continuaremos la evacuación”, dijo Biden en un discurso televisado.
(Con información de AP)
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