Poco después de que funcionarios estadounidenses confirmaran que el grupo Estado Islámico-Khorasan estuvo detrás del ataque de este jueves en el aeropuerto de Kabul, la organización terrorista se adjudicó el atentado.
Una segunda fuente del área de inteligencia de Estados Unidos afirmó que, si bien Washington aún está investigando, el ataque al aeropuerto tiene “todas las características” de un atentado del Estado Islámico-Khorasan.
El Estado Islámico de Khorasan, también conocido como IS-K o ISIS-K, es una rama autoproclamada del grupo terrorista que surgió por primera vez en Siria e Irak.
Fue fundado hace tres años y sigue activo, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). Si bien los afiliados comparten una ideología y tácticas, la profundidad de su relación con respecto al Estado Islámico y su mando nunca se ha establecido por completo.
El nombre del grupo proviene de su terminología para el área que incluye Afganistán y Pakistán: “Khorasan”.
El CSIS dijo que el ISIS-K fue responsable de casi 100 ataques contra civiles en Afganistán y Pakistán, así como de aproximadamente 250 enfrentamientos con las fuerzas de seguridad estadounidenses, afganas y paquistaníes desde enero de 2017.
Funcionarios antiterroristas de la ONU dijeron en junio que ISIS había llevado a cabo 77 ataques en Afganistán en los primeros cuatro meses de este año, frente a 21 en el mismo período en 2020. Los ataques del año pasado incluyeron un ataque contra la Universidad de Kabul en noviembre y un bombardeo de cohetes contra el aeropuerto de Kabul un mes después.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses dijeron a CNN que entre los miembros de ISIS-K hay “un pequeño número de yihadistas veteranos de Siria y otros combatientes terroristas extranjeros”, y dijeron que Estados Unidos había identificado a entre 10 y 15 de sus principales operativos en Afganistán.
“ISIS-K ha estado esperando una oportunidad como esta, donde sus combatientes pueden explotar el caos de la situación en el terreno para tener la oportunidad de matar a soldados estadounidenses”, explicó a The New York Times Colin P. Clarke, analista de contraterrorismo en Soufan Group, un Empresa consultora de seguridad con sede en Nueva York, en referencia a la filial Khorasan del grupo Estado Islámico en Afganistán.
Los talibanes han luchado contra ISIS en los últimos años, y los líderes del Estado Islámico en Afganistán denunciaron la toma de control del país por los talibanes, criticando su versión del gobierno islámico de no ser lo suficiente intransigente.
Sin embargo, algunos analistas dicen que en los últimos tiempos ISIS-K estrechó vínculos con la red Haqqani, un grupo guerrillero insurgente afgano orgánico a los talibanes.
Por eso, una de las preocupaciones sobre la toma del poder por parte de los talibanes es que podrían volver a albergar a grupos extremistas. Los talibanes albergaron a Al Qaeda mientras orquestaba los ataques del 11 de septiembre, lo que llevó a la invasión estadounidense en 2001. Los talibanes ahora dicen que no permitirán que Afganistán sea una base para ataques contra otros países.
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