El embajador de China en Canadá, Cong Peiwu, arremetió este miércoles contra Ottawa y Washington por la detención de la directora financiera de la tecnológica china Huawei, Meng Wanzhou, por petición de la Fiscalía estadounidense.
En un artículo publicado en ‘The Hill Times’, el diplomático tildó este caso de “político” ya que, según él, Estados Unidos “no ha perdido tiempo en reprimir a Huawei, lanzando desinformación y coaccionando a sus aliados a boicotear a Huawei, lo cual es una práctica descarada”.
Asimismo, Peiwu cree que el Gobierno de Estados Unidos “inventó el incidente para reprimir a las empresas chinas de alta tecnología y obstruir el desarrollo del gigante asiático” y sostiene que Canadá está siendo utilizado por su país vecino en este caso.
“Canadá es el único que acepta la papa caliente, provocando la mayor indignación entre el pueblo chino”, manifestó el diplomático al tiempo que desvinculó el juicio de Meng sobre los fallos de los tribunales de China contra los ciudadanos canadienses Michael Spavor y Robert Schellenberg.
“Si se sospecha que los ciudadanos canadienses cometieron delitos y las pruebas son fiables y suficientes, las autoridades chinas competentes manejan los casos de conformidad con la ley y protegen plenamente sus derechos legítimos”, comentó.
En este sentido, rechazó las críticas a estas sentencias y aseguró que Canadá ha sido “cómplice” de Estados Unidos al detener a Meng, “quien no violó ninguna ley canadiense en absoluto”. “Esto es verdaderamente diplomacia de rehenes y detención arbitraria”, remarcó.
“El uso del sistema de justicia por parte de Estados Unidos como una herramienta de intimidación para lograr fines políticos no solo es incompatible con el espíritu del estado de derecho, sino que es la blasfemia definitiva contra él”, declaró. Instó al Gobierno de Canadá a liberar a la ejecutiva.
La semana pasada finalizó la audiencia de la extradición de la directora financiera en Canadá a la espera de un fallo en los próximos meses. Unos días antes, la Justicia china ratificó la condena a muerte emitida contra Schellenberg por tráfico de drogas y condenó a 11 años de cárcel a Spavor por espionaje y suministro ilegal de secretos de Estado en el extranjero.
Meng fue detenida en 2018 en el aeropuerto de Vancouver por petición de la Fiscalía estadounidense, que la acusa de defraudar a HSBC al mentir a la entidad durante una reunión con un alto cargo del banco en la que habló de los negocios que tenía Huawei con Irán.
El arresto de Meng supuso un punto de inflexión en las relaciones de China con Estados Unidos y Canadá. Estos países han vinculado el caso de Meng con los de Schellenberg y Spavor como una represalia de Beijing.
(Con información de Europa Press)
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