A pesar de las primeras declaraciones oficiales de sus voceros, los talibanes han comenzado su venganza a lo largo del territorio afgano. El ex ministro del Interior, Masoud Andarabi, publicó en Twitter una serie de aterradoras imágenes de sus víctimas fatales, incluyendo a un niño pequeño.
“Los talibanes están tratando de gobernar aterrorizando y matando a niños pequeños y ancianos. No pueden gobernar la nación con tales acciones”, escribió Andarubi, junto a las fotografías de cadáveres.
Además, se refirió a lo que sucedía en su región natal, Andarab, donde los talibanes han realizado “allanamientos injustificados, capturando a personas sin justificación y asesinando a ciudadanos inocentes”.
De acuerdo con el ex funcionario, las despiadadas acciones fueron respondidas con levantamientos populares de los habitantes “para proteger su vida, honor, dignidad y propiedad”.
Mientras tanto, el principal grupo de la resistencia contra los talibanes negó el martes que estuviera negociando su rendición.
De hecho, ex soldados afganos, muchos entrenados por tropas occidentales, han unido fuerzas con la milicia local en una base en el valle de Panjshir, al noreste de Kabul, para enfrentar a los talibanes. El grupo está luchando bajo la bandera del Frente de Resistencia Nacional de Afganistán [NRF] y está dirigido por Ahmad Massoud.
Andarabi publicó las fotos después de asegurar en una entrevista con el medio indio India Today esta semana que la resistencia al gobierno de los talibanes no desaparecería: “Creo que habrá espaldas, empujones y resistencia”.
“Demuestra que si los talibanes no se adaptan al Afganistán de hoy, estas resistencias seguirán apareciendo”, afirmó. “La resistencia continuará en cualquier forma en todo el país”.
Además, advirtió que si los talibanes quieren que la gente apoye su gobierno y evitar una rebelión en curso deberían formar un gobierno electo y no un “emirato” antidemocrático.
Andarabi fue despedido por el presidente recientemente derrocado Ashraf Ghani en marzo pasado, después de una serie de ataques de los talibanes contra las tropas gubernamentales.
Después de su publicación del martes en Twitter, el periodista afgano Bilal Sarwary lo describió como un ex funcionario “ampliamente respetado”.
Las impactantes y nuevas imágenes se publican después de los escalofriantes informes de la semana pasada de que militantes islamistas acechaban ciudades de Afganistán en busca de mujeres y niñas.
Fuera de Kabul, en las zonas rurales y en algunas ciudades, la gente respira por el final de décadas de guerra, pero las mujeres y las minorías étnicas temen por su futuro. En algunos lugares, los islamistas han segregado a hombres y mujeres en el trabajo o en la escuela. Durante su anterior régimen, las mujeres no podían ni trabajar ni estudiar.
Desde la toma de la capital afgana el pasado 15 de agosto, tras consecutivas victorias en casi todas las provincias del país, Afganistán aún no ha formado Gobierno y la mayoría de los puestos han quedado vacantes, por lo que los talibanes negocian un nuevo Ejecutivo que estará regido por la sharía o ley islámica.
Un grupo de líderes políticos afganos forma parte de esas conversaciones, pero aún se desconoce si alguna de las figuras de los gobiernos pasados, que lucharon contra los insurgentes, tendrán cabida en el poder.
La ausencia de mujeres en las reuniones de los últimos diez días ha hecho dudar también si estas lograrán un lugar en el nuevo liderazgo.
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