Un increíble zoológico en Sudáfrica está desafiando todo lo que conocemos de estos lugares, famosos por permitirle a las personas la experiencia de conocer de cerca animales salvajes en cautiverio que de otra manera no podría nunca observar en vivo y en directo. Pero en GG Conservation en Harrismith la lógica está invertida y son los humanos quienes se encierran en jaulas para ingresar al habitat en donde los animales deambulan libres.
Y no cualquier animales, pues las principales atracciones de este particular lugar son leones, los reyes de la selva, pues este más que un zoológico es un santuario para felinos rescatados.
Para visitar GG Conservation, las personas deben ingresar a unas jaulas de plexiglás estacionadas en el centro de la guarida de los leones, otorgando a los entusiastas de los animales la oportunidad de interactuar de forma segura con los 77 grandes felinos rescatados que viven en el santuario.
“Hemos estado ofreciendo esta experiencia durante casi dos años”, dijo a Caters la directora del parque de vida silvestre sin fines de lucro Suzanne Scott, de 53 años. “La seguridad tanto de nuestros huéspedes como de los grandes felinos es la máxima prioridad”.
Por 2.000 a 3.000 rand sudafricanos, que se convierten en alrededor de $134 a $197 dólares estadounidenses, los turistas pueden encerrarse en la “jaula de fotografía profesional” de GG durante 45 minutos desde las 6:30 a. M. Hasta las 7:15 a. M. Todos los días, según el clima y el personal disponible. Eso sí, no se admiten niños menores de 14 años.
Lo que sí se puede hacer es tomar cuantas fotos sean posibles, por lo que se anima a los invitados a que le muestren sus cámaras a los animales y traten de obtener las mejores fotos mientras ellos intentan atravesar las paredes acrílicas de las jaulas.
“Un ingeniero revisa [la jaula] con regularidad para asegurarse de que pueda soportar el peso de manera segura en caso de que un león salte sobre ella”, dijo Scott sobre los grandes felinos, cuyos pesos pueden oscilar entre 270 y 570 libras.
The GG Conservation, lleva el nombre de su fundador Glen Garriff, quien dedicó su vida a la conservación de la población de leones en Sudáfrica, la cual ha bajado exponencialmente en los últimos años. La jaula fue un regalo de un fotógrafo alemán que frecuenta regularmente el santuario y que la diseñó para poder tomar fotos muy de cerca de los leones que lo habitan.
El cubo de plexiglás, tiene capacidad para tres personas a la vez y está equipado con varios “orificios de respiración” circulares que ofrecen suministro de aire a los temerarios detenidos.
“Estos agujeros son totalmente seguros y demasiado pequeños para que los atraviese una pata de león”, asegura el sitio web de la conservación.
Y aunque el zoológico al revés señala la “seguridad” como su máxima prioridad, también da a los visitantes una advertencia justa sobre la imprevisibilidad de las especies volátiles.
“No podemos garantizar cómo reaccionarán los leones”, dice el sitio, “pero nos esforzaremos por asegurarnos de que tenga una experiencia fantástica”.
Y los fanáticos de los feroces felinos que han visitado el santuario han enaltecido la aventura en los comentarios que les dejan en redes sociales.
“Toda la experiencia en GG Conservation fue increíble”, escribió un invitado en un testimonio.
“La jaula de los leones realmente me permitió acercarme a estos asombrosos especímenes”, escribió otro. “Tanto es así que pude olerlos”.
Y también es un buen momento para los grandes felinos.
“Ofrece a los leones enriquecimiento en forma de estimulación mental y física, lo cual es bueno para cualquier animal en cautiverio”, dijo Scott.
Los recursos que se recaudan por la experiencia en la jaula son destinados al mantenimiento del albergue donde vive esta manada rescatada.
“Es un santuario sin fines de lucro que se basa únicamente en donaciones”, explicó Scott. “Las tarifas de los cubos nos ofrecen un pequeño ingreso que nos ayuda directamente a alimentar y proteger a los leones que tenemos a nuestro cuidado”.
GG pronto dará la bienvenida a otros 17 grandes felinos que fueron rescatados recientemente de un zoológico desaparecido en el Medio Oriente.
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