Rusia anunció este lunes que realizará ejercicios militares con Irán y China hacia fin de año, en una maniobra que reafirma la alianza de los tres países que rivalizan con Estados Unidos.
El embajador ruso en Teherán, Levan Dzhagaryan, indicó que los ejercicios se llevarán a cabo en el Golfo Pérsico, un área clave del tránsito marítimo mundial, a fines de 2021 o comienzos de 2022.
“En ella participarán buques de guerra rusos, iraníes y chinos. El objetivo principal es practicar acciones para garantizar la seguridad de la navegación internacional y luchar contra los piratas marítimos”, declaró en entrevista con la agencia Sputnik.
No es la primera vez que los tres países muestran su unión militarmente. Este mismo año, en febrero, las tres flotas desplegaron su músculo bélico en el Océano Índico y a fines de 2019 lo hicieron en el Golfo de Omán. En las maniobras de hace dos años, la televisión estatal iraní celebró el “nuevo triángulo de poder marítimo”.
Sun Qi, analista de relaciones internacionales en la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, considera que las maniobras “demuestran un apoyo a Irán en el plano internacional”, según declaró al South China Morning Post.
Los regímenes de los tres países han sido blancos de sanciones de Estados Unidos por sus violaciones a los derechos humanos.
En febrero, el comandante del Mando Central (CENTCOM) de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie, dijo que Washington enfrenta “una competencia cada vez mayor” en Medio Oriente de Rusia y China, ambos pugnando “por el poder y la influencia a través de una combinación de medios diplomáticos, militares y económicos”. En esa línea, advirtió que “esto agrega otra capa de tensión e inestabilidad a una región ya compleja y desafiante” y explicó que “Rusia y China aprovechan su proximidad a la región, sus relaciones históricas y la percepción de un declive en el compromiso de Estados Unidos para establecer y fortalecer relaciones oportunistas”.
Medio Oriente está actualmente sacudido por el retiro de tropas estadounidenses de Afganistán y la toma del poder por parte de los talibanes, un vacío de poder que China y Rusia siguen con atención.
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