Los talibanes dijeron el lunes que sus combatientes habían rodeado a las fuerzas de la resistencia escondidas en el valle de Panjshir en Afganistán, pero que buscaban negociar en lugar de luchar con ellas.
El anuncio sigue a informes de enfrentamientos durante la noche, mientras las cuentas de redes sociales pro-talibanes afirmaban que hombres armados se estaban rindiendo, y el ex vicepresidente de Afganistán decía que las fuerzas de resistencia se mantenían fuertes.
Los combatientes talibanes “están apostados cerca de Panjshir”, tuiteó el portavoz Zabihullah Mujahid, diciendo que tenían el área rodeada por tres lados.
“El Emirato Islámico está tratando de resolver este problema de manera pacífica”, agregó.
Las cuentas a favor de la resistencia en las redes sociales habían desestimado las afirmaciones anteriores de haber sido acorraladas, diciendo que los combatientes talibanes habían sido emboscados y derrotados.
Las afirmaciones de ambos lados fueron imposibles de verificar de forma independiente desde una región montañosa remota que es en gran parte inaccesible.
El valle del Panjshir, famoso por sus defensas naturales nunca penetradas por las fuerzas soviéticas o los talibanes en conflictos anteriores, sigue siendo el último gran reducto de las fuerzas anti-talibanes lideradas por Ahmad Massoud, hijo del famoso líder muyahidín Ahmed Shah Massoud.
El ex vicepresidente afgano Amrullah Saleh, quien se declaró por Twitter como nuevo presidente legítimo del país, también está allí, y las fotos publicadas en las redes sociales en los últimos días lo muestran en conversaciones con Massoud. También se encuentra en Panjshir el ex ministro de Defensa, el general Bismillah Mohammadi.
El valle está protegido por un desfiladero estrecho, lo que hace que la entrada o escape sea extraordinariamente difícil para los forasteros, que pueden ser eliminados por fuerzas atrincheradas ubicadas en terrenos más altos.
En un reciente texto de opinión publicado por The Washington Post, Massoud pidió armas y ayuda para luchar contra los talibanes.
“Hoy escribo desde el valle de Panjshir, listo para seguir los pasos de mi padre, con combatientes muyaidines que están preparados para enfrentarse de nuevo a los talibanes”, se lee en el texto. “El Talibán no es un problema exclusivo del pueblo afgano. Bajo el control de los talibanes, Afganistán se convertirá sin duda en la zona cero del terrorismo islamista radical: aquí se volverán a urdir conspiraciones contra las democracias”.
Un portavoz del Frente de Resistencia Nacional anti-Talibán de Massoud dijo a la AFP el fin de semana que el grupo estaba preparado para un “conflicto a largo plazo”, pero que preferiría negociar por un gobierno inclusivo.
“Las condiciones para un acuerdo de paz con los talibanes son la descentralización, un sistema que garantiza la justicia social, la igualdad, los derechos y la libertad para todos”, dijo a la AFP el portavoz Ali Maisam Nazary.
Tras el colapso del gobierno respaldado por Estados Unidos la semana pasada, los talibanes están consolidando su control sobre el país y celebrando una serie de reuniones con viejos enemigos, incluidos políticos de la oposición y señores de la guerra.
(Con información de AFP y AP)
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