Alemania denunció que Rusia utiliza el gas como un arma geopolítica

Durante una visita a Kiev, Angela Merkel prometió presionar al Kremlin para evitar que el gasoducto Nord Stream 2 será usado por Vladimir Putin para ejercer presión política sobre Ucrania

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FOTO DE ARCHIVO: El logotipo del proyecto de gasoducto Nord Stream 2 se ve en un tubo en la planta de laminación de tubos de Cheliábinsk, Rusia, 26 de febrero de 2020.  REUTERS/Maxim Shemetov
FOTO DE ARCHIVO: El logotipo del proyecto de gasoducto Nord Stream 2 se ve en un tubo en la planta de laminación de tubos de Cheliábinsk, Rusia, 26 de febrero de 2020. REUTERS/Maxim Shemetov

El gas ruso no debe ser utilizado como arma geopolítica contra Ucrania, declaró este domingo en Kiev la canciller alemana, Angela Merkel, cuando alemanes y rusos terminan el gasoducto Nord Stream 2 que evita Ucrania y debilita este habitual país de tránsito.

“Estamos de acuerdo con los estadounidenses en que el gas no debe ser utilizado como arma geopolítica y al final lo veremos en función de la renovación [por Rusia] del contrato de tránsito vía Ucrania” del gas, dijo la canciller alemana.

Merkel, que efectúa una visita de despedida en Kiev antes de dejar el poder en otoño, realizó estas declaraciones en una rueda de prensa con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dos días después de visitar el dirigente ruso Vladimir Putin.

El mandatario ucraniano había estimado poco antes que el gasoducto Nord Stream 2 era “una peligrosa arma geopolítica del Kremlin”.

“Nadie puede negar que los principales riesgos (...) recaerán en Ucrania”, agregó.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y la canciller alemana Angela Merkel (EFE/EPA/STEFANIE LOOS / POOL/Archivo)
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y la canciller alemana Angela Merkel (EFE/EPA/STEFANIE LOOS / POOL/Archivo)

Un proyecto polémico

El ducto subacuático de 1.200 km que va de la costa Báltica rusa al noreste de Alemania, podrá enviar 55.000 millones de metros cúbicos de gas por año a Europa, aumentando el acceso del continente a gas natural relativamente barato.

El gigante ruso Gazprom tiene una presencia mayoritaria en el proyecto, valorado en 12.000 millones de dólares (10.000 millones de euros). Participan también las alemanas Uniper y Wintershall, la francesa Engie, la anglo-holandesa Shell y la australiana OMV.

El Nord Stream 2 permite evitar el uso los gasoductos de Ucrania, que ve el flujo de gas ruso como una fuente de influencia y una bendición financiera indispensable. Las tarifas de tránsito del gas le aportan 3.000 millones de dólares anuales a sus cofres.

FILE PHOTO: A road sign directs traffic towards the Nord Stream 2 gas line landfall facility entrance in Lubmin, Germany, September 10, 2020.   REUTERS/Hannibal Hanschke/File Photo
FILE PHOTO: A road sign directs traffic towards the Nord Stream 2 gas line landfall facility entrance in Lubmin, Germany, September 10, 2020. REUTERS/Hannibal Hanschke/File Photo

Ucrania, en conflicto con Rusia desde que Moscú anexó Crimea en 2014, también teme que el gasoducto elimina un mecanismo clave de control a la agresión rusa y será usado por Rusia para ejercer presión política.

En disputas previas con Rusia, Ucrania ha visto suspendido varias veces su abastecimiento de gas.

Rusia y Alemania insisten en que Nord Stream 2 es un proyecto comercial.

Alemania, la principal economía europea, importa alrededor de 40% de su gas de Rusia y considera que el ducto le ayudará a dejar atrás el carbón y la energía nuclear de su matriz energética.

El recelo de EEUU

Estados Unidos comparte las preocupaciones de Ucrania, al igual que varios países europeos, como Polonia y otros que temen resultar demasiado dependientes de Moscú para su seguridad energética.

Sin embargo, Alemania prometió a Estados Unidos presionar a Rusia para que extienda diez años más el acuerdo de transporte de gas por Ucrania que caduca a finales de 2024. Alemania también acordó advertir a Rusia sobre potenciales sanciones y apoyar financieramente al sector energético de Ucrania para resolver las divisiones entre ambos aliados sobre el gasoducto.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y la canciller alemana, Angela Merkel, participan en una conferencia de prensa conjunta el 15 de julio de 2021 en Washington, DC, Estados Unidos. EFE/EPA/Alex Edelman / POOL
El presidente estadounidense, Joe Biden, y la canciller alemana, Angela Merkel, participan en una conferencia de prensa conjunta el 15 de julio de 2021 en Washington, DC, Estados Unidos. EFE/EPA/Alex Edelman / POOL

Bajo el acuerdo actual, Gazprom deberá pagar tarifas de tránsito a Kiev hasta 2024, incluso si deja de usar los ductos ucranianos.

La oposición republicana al presidente demócrata Joe Biden denunció el acuerdo y dijo que vigorizará al líder ruso Vladimir Putin, pero el gobierno estadounidense dijo que ya es tarde para detener el oleoducto y que el pacto permitirá obtener buenos resultados.

Biden, que en julio recibió a la canciller alemana Angela Merkel y está ansioso por reconstruir las relaciones transatlánticas después de Trump, retiró la mayoría de las sanciones a Nord Stream requeridas por el Congreso. Alegó que la tubería está casi terminada y sería mejor trabajar junto a Alemania.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski calificó el levantamiento de sanciones como una victoria para Putin.

Analistas vieron la medida como un ramo de olivo a Berlín, cuyo apoyo necesita Washington para enfrentar otras amenazas, como el surgimiento de China.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, calificó la conclusión del Nord Stream 2 como un “hecho consumado”.

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