El régimen chino probó con éxito dos misiles convencionales de corto alcance diseñados para eliminar los sistemas de comunicaciones del enemigo, informaron los medios estatales este sábado.
De acuerdo a la Televisión Central de China, el Ejército Popular de Liberación probó dos misiles que pueden superar “interferencias electromagnéticas complejas” para destruir instalaciones en una operación de “reacción rápida”.
“Los misiles alcanzaron con éxito el objetivo en un campamento equipado con defensas multicapa a varios cientos de kilómetros de distancia y paralizaron efectivamente el nodo de comunicaciones clave del enemigo”, informó CCTV.
En tanto, South China Morning Post, publicó que, en un movimiento poco común, la emisora transmitió imágenes de los simulacros en el noroeste del país.
Las imágenes incluían el lanzamiento de los misiles desde un vehículo militar y entrevistas con oficiales que decían que el objetivo era reducir el tiempo y la cantidad de personas necesarias para atacar el objetivo. CCTV confirmó que el ejercicio había reducido a la mitad el tiempo necesario para llevar a cabo dicha operación.
Wu Shaomin, ingeniero senior de la primera brigada de misiles, dijo a la emisora estatal que, con respecto a la capacidad de respuesta rápida, “estudiamos principalmente si era posible comprimir el proceso técnico y, en segundo lugar, aumentar la capacitación de la unidad de lanzamiento para mejorar la precisión de sus operaciones”.
Por su parte, Song Zhongping, un ex instructor del Ejército Popular de Liberación, expresó que el simulacro destaca la capacidad de China para realizar objetivos de precisión y superar los dispositivos de interferencia. “Los misiles pueden derribar con precisión los nodos de las defensas enemigas multicapa, lo que puede destruir totalmente los sistemas de defensa del enemigo”, manifestó.
“Antes de que podamos controlar el mar y el aire, podemos usar este tipo de misiles para destruir las bases del enemigo y luego podemos enviar aviones de combate, barcos y vehículos anfibios”, agregó.
Un observador cercano al Ejército Popular de Liberación, citado por South China Morning Post, que no reveló su identidad, agregó que el ejercicio muestra que el ejército chino es “totalmente capaz” de responder si Estados Unidos “interviene en los asuntos internos de China, desde Taiwán hasta el Mar de China Meridional, o emprende una acción militar en la puerta de China”.
El enviado de EEUU llegó a Seúl para abordar la tensión con Pyongyang
Estas pruebas ocurren cuando el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, llegó a Seúl para conversar con sus homólogos surcoreano y ruso sobre cómo devolver a Pyonyang a la mesa de diálogo ante la renovada tensión por unas maniobras.
Kim, que además de gestionar las relaciones con el Norte es el embajador estadounidense en Indonesia, inició una visita de cuatro días a Corea del Sur después de que el Norte protestara por los ejercicios militares que Seúl y Washington comenzaron el lunes y amenazara con una “gran crisis de seguridad” por su celebración.
“Creo que será una visita muy productiva”, dijo el diplomático de EEUU a su llegada al aeropuerto internacional de Incheon, según declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Yonhap.
Está previsto que Kim se reúna el próximo lunes con el encargado de las negociaciones nucleares surcoreano, Noh Kyu-duk, para buscar una manera de progresar en las estancadas negociaciones sobre la desnuclearización con el régimen norcoreano y las conversaciones para el establecimiento de una paz duradera en la península coreana.
Norte y Sur permanecen separados tras la guerra civil de 1950-53, que terminó con un armisticio nunca sustituido por un tratado de paz, por lo que el territorio sigue técnicamente en guerra.
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