Unas 10.000 personas están tratando de abandonar Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes y se agolpan en el aeropuerto de Kabul, según la ONG italiana Emergency, cuyo centro para víctimas de guerra en la capital afgana continúa recibiendo heridos de bala.
“El aeropuerto sigue siendo un caos. Parece que alrededor de 10.000 personas están todavía tratando de tomar cualquier vuelo que los lleve fuera del país”, dijo este viernes la ONG en un comunicado, antes de referir que la afluencia de heridos en el hospital ha descendido en las últimas horas, aunque han llegado varios con heridas de bala.
Este jueves, festividad de la Ashura, “un grupo de personas trató de retirar la bandera talibán que había sido izada en varios puntos de la ciudad. La multitud fue dispersada con disparos al aire y nos llegaron varios heridos (...) aunque ninguno parece que recibió los disparos directamente”, explico Alberto Zanin, coordinador médico del centro, que se encuentra en la capital afgana.
Además, llegaron al hospital otras cinco personas heridas de bala procedentes del aeropuerto, que “por el momento es el único lugar de la ciudad donde la situación sigue siendo tensa. Es difícil entender lo que está pasando, porque la gente que viene de allí sufre un severo estrés postraumático y no cuenta lo que le ha pasado”.
En la actualidad, el número de camas libres en el centro de Kabul es de 20 de un total de 100, lo que permite considerar la admisión de los heridos más graves y no sólo de los que corren peligro de muerte.
En el hospital de Emergency en Lashkar-gah, la situación “parece estar en vías de volver a la normalidad”, mientras “sigue preocupando en el valle de Panshir, donde los talibanes aún no han penetrado y la comunidad local se ha autoorganizado para defenderse”.
“Por el momento, en nuestro Centro Médico-Cirúrgico de Anabah no estamos recibiendo muchos heridos, pero nos estamos preparando. Por eso, un grupo de enfermeras de nuestro hospital de Kabul con experiencia en heridas de guerra viajará al valle en breve para ofrecer ayuda adicional a los colegas que están acostumbrados a trabajar en un lugar normalmente pacífico”, comentó Zanin.
Según la ONG, que lleva años trabajando en el país, aunque la situación en Kabul se está estabilizando, persiste la incertidumbre y la preocupación entre la población civil.
“Hay varias personas en nuestro hospital que nacieron después de la intervención de la OTAN y están experimentando por primera vez un cambio de régimen”, explicó Zanin, que agregó que han sido los civiles las mayores víctimas de la violencia de estos últimos días, pues suponen entre el 90 y el 95 por ciento de los hospitalizados.
Asesinatos y cacería humana casa por casa
Los talibanes quieren mostrarse al mundo como una fuerza moderada y que respetará los derechos humanos de aquellos que no comulguen con su fe o su forma de gobierno, pero las imágenes de su cara más deplorable ya emergen en Afganistán. Los extremistas islámicos han lanzado una cacería “puerta por puerta” para identificar y ejecutar a aquellos a quienes consideren enemigos.
Entre las víctimas están Haji Mullah Achakzai, jefe de policía de la provincia de Badghis, cerca de Herat. En un video que circuló en redes sociales, puede verse a la autoridad policial vendado, de rodillas y visiblemente golpeado. Tras ser tomado prisionero, ya rendido y atado, Achakzai fue ejecutado por talibanes que le dispararon varias veces, de acuerdo a información publicada por la revista Newsweek.
Por otro lado, un grupo de fundamentalistas mató a tiros a un familiar de un periodista que trabajaba para la Deutsche Welle (DW) en Afganistán y al cual buscaban, informó la cadena pública alemana.
Otro pariente del periodista, cuya identidad no fue precisada y quien ahora está Alemania, resultó herido. Varios miembros de su familia lograron huir mientras los talibanes iban puerta a puerta.
“El asesinato de un familiar de uno de nuestros editores a manos de los talibanes ayer (por este jueves) es increíblemente trágico e ilustra el grave peligro en el que se encuentran todos nuestros empleados y sus familias en Afganistán”, lamentó Peter Limbourg, director general de la DW, en un comunicado.
(Con información de EFE)
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