Las acciones de Wall Street caían este jueves en medio de las persistentes preocupaciones por el fin del estímulo monetario de la Reserva Federal, el avance de la variante delta del coronavirus y los problemas en las cadenas de suministro globales.
Las pérdidas extendieron un retroceso de dos días luego de los datos decepcionantes de las ventas minoristas de julio en Estados Unidos y las minutas de la Reserva Federal que sugerían que el banco central pronto reduciría los programas de estímulo.
Los estadounidenses presentaron 348.000 nuevas solicitudes de desempleo, ajustadas estacionalmente, en la semana que finalizó el 14 de agosto, menos de lo esperado y acercando el total al nivel prepandémico, antes de que COVID-19 forzara el cierre de empresas en todo el país que causó millones de despidos.
Aproximadamente a los 25 minutos de cotización, el Promedio Industrial Dow Jones bajó un 0,2 por ciento a 34.897,80.
El S&P 500 de base amplia cayó un 0,1 por ciento a 4.394,51, mientras que el índice compuesto Nasdaq, rico en tecnología, perdió un 0,3 por ciento a 14.478,28.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años perdió tres puntos básicos y el dólar se encaminaba hacia un máximo de nueve meses.
Pesimismo en los mercados mundiales
El resto de las bolsas mundiales también registraron fuerte pérdidas el jueves, a medida que los inversores se están preparando para una retirada de liquidez sin precedentes en medio de los esfuerzos del mundo desarrollado para mantener un buen ritmo de recuperación. En este contexto, la persistente propagación del coronavirus y la desaceleración del crecimiento de China plantean dudas sobre si la economía mundial puede absorber el impacto de la reducción de los programas de estímulo de los Bancos Centrales. Eso los empuja a los inversores a protegerse frente a la volatilidad de las acciones.
“Los mercados de valores de Estados Unidos están drogados de liquidez barata y siguen registrando nuevos máximos a pesar de una pandemia global, medidas de bloqueo repetidas, economías destrozadas, trabajos perdidos, vidas destrozadas y una inflación creciente”, dijo Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank, a Bloomberg. “Por lo tanto, cualquier indicio de reducción gradual de los estímulos podrían tener un impacto significativo en el sentimiento del mercado”.
Una muestra del pesimismo que se apoderó de los mercados se tuvo en las bolsas del Sudeste Asiático, que cerraron este jueves con importantes caídas, sobre todo en Indonesia y Singapur.
Hong Kong también registró fuertes pérdidas, con el índice de referencia, el Hang Seng, cayendo un 2,13 % en una jornada marcada por la pérdida de confianza de los inversores ante la campaña reguladora del régimen chino en sectores como el tecnológico o el educativo. Como consecuencia, Alibaba cayó a un mínimo histórico, mientras las acciones estadounidenses de la compañía cayeron un 3,3% en las operaciones previas a la comercialización en Nueva York.
En Europa cayeron con especial fuerza las acciones del lujo, después que China pareció advertir a los más ricos a favor de una “prosperidad común”.
A las 13:00 GMT, Londres perdía el 1.86%, Frankfurt el 1.81%, París el 2.60% y Milán el 1,58%.
Las materias primas se llevaron la peor parte de la fuga de los inversores. Los futuros del mineral de hierro en Singapur se hundieron hasta un 14%. El crudo de Texas, de referencia en Estados Unidos, cayó por sexto día consecutivo, por debajo de 63 dólares por barril a su menor nivel en cerca de 3 meses. El cobre cotizó al nivel más bajo desde el 1 de abril. Las monedas vinculadas a las materias primas, incluidos el dólar neozelandés y australiano, se debilitaron.
El Bitcoin también sucumbió al cambio de escenario y cayó por cuarto día consecutivo, cotizando alrededor de dólares 44,300.
El próximo momento clave para los inversores será la conferencia de la Reserva Federal en Jackson Hole, Wyoming, del 26 al 28 de agosto, que podría dar más precisiones sobre cuándo comenzará la reducción del estímulo monetario.
(Con información de Bloomberg, EFE, AFP)
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